La irrupción de Íñigo Errejón en la política nacional ha complicado todavía más el sudoku parlamentario que salga de las urnas el 10 de noviembre. El votante de izquierdas podrá elegir tres papeletas en casi toda España las próximas elecciones.
Errejón es una clara amenaza para Podemos y Pablo Iglesias, pero también para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La fórmula de las tres izquierdas ya se intentó en la Comunidad de Madrid en las autonómicas del 26-M, y fracasó.
La candidatura de Errejón presenta riesgos y beneficios a partes iguales para el candidato del PSOE.
A favor: aliado natural y movilización
Manu Cavanilles, asesor de Estrategia y Comunicación en el Gabinete del Gobierno de Sánchez, se dirigió a Íñigo Errejón en Twitter poco después de la investidura fallida de julio y le instó a aprovechar el momento de debilidad de Iglesias. "Todo tuyo, @ierrejon", escribió. Cavanilles borró el tuit horas más tarde.
El PSOE ve en Errejón un aliado natural. Un socio más deseado que Iglesias. Así lo ha reconocido Sánchez en sus últimas entrevistas. Es un sentimiento compartido por buena parte del partido. Y algunos de sus cargos no han dudado en hacer públicas sus preferencias por esta candidatura.
No me sorprende que Pedro Sánchez viera con buenos ojos la opción Errejón. Es mucho más fácil sentirse a gusto con Carmena, Inés Sabanés y Marta Higueras en un Consejo de Ministros que con Echenique, Mayoral y Asens
— Pau Marí-Klose (@pmklose) September 23, 2019
Esta sintonía no es sólo política, que también, sino también estratégica. A Sánchez le viene muy bien un socio que desgaste a Podemos y a Iglesias durante la campaña. Y sin duda el espacio al que primero se dirige Errejón es el que representa el partido morado que cofundó con Iglesias hace más de cinco años.
Hay quien piensa que Errejón puede espolear la participación ante un escenario de hartazgo de la ciudadanía. Pero su capacidad de movilización es muy relativa, tal y como se vio en Madrid. Su candidatura no produjo cambios significativos en el porcentaje de abstención, que alcanzó un 32% en esta Comunidad.
Riesgos: fragmentación y victoria de Iglesias
Sin embargo, Errejón es un rival que aspira a desgastar al PSOE. Es decir, Errejón puede acabar siendo un monstruo que devora a Iglesias, pero también a Sánchez en parte. No está claro si Más Madrid será una marca que concurra en todo el país. De hacerlo, el riesgo para Sánchez es enorme. Su mayoría está en juego.
Hay 10 provincias que reparten cuatro escaños y ocho en las que se eligen tres. Si Errejón presenta candidatura en todas ellas, el roto para el PSOE sería irreparable. La fragmentación del voto haría casi imposible que Sánchez sumara más de un diputado en la mayoría de ellas.
Sin embargo, en las circunscripciones grandes como Madrid, Barcelona o Valencia, el efecto Errejón puede desgastar a otras fuerzas políticas por el reparto irregular de la ley D'Hondt. Parece que el candidato quiere centrar el tiro en las provincias más pobladas.
Otro de los problemas para Sánchez es que Iglesias salga reforzado del envite con Errejón. No es descartable que el líder del partido morado derrote a su ex mano derecha con claridad, lo que complicaría la negociación posterior del jefe del Ejecutivo.
