Superados ya los obstáculos judiciales y si ningún imprevisto lo detiene, el Gobierno procederá la próxima semana a la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos. Los familiares del dictador serán avisados con al menos cuarenta y ocho horas de antelación y podrán asistir al acto. También estará presente la ministra de Justicia Dolores Delgado en calidad de notaria mayor del Reino.
Aunque la familia había pedido al Ejecutivo que la exhumación y posterior traslado al cementerio de Mingorrubio (El Pardo) se realizase con honores militares por su condición de ex jefe del Estado, este extremo ha sido descartado por Moncloa. También que el féretro pueda ser envuelto con la bandera preconstitucional del Águila de San Juan que lo cubrió tras su fallecimiento en 1975. Así se lo reclamó la familia por escrito al Consejo de Ministros el pasado lunes. La alternativa de cubrirlo con una enseña nacional sin escudo tampoco fue aceptada.
El abogado de la familia, Luis Felipe Utrera Molina, se ha reunido esta semana con representantes del Gobierno y asegura que los nietos y bisnietos pretenden portar a hombros el féretro hasta el vehículo fúnebre que estará esperando en el exterior de la Basílica. En la explanada también se permitirá la asistencia de algún reportero gráfico de un medio público de comunicación para que las imágenes sean posteriormente distribuidas.
Fuentes de Vicepresidencia del Gobierno consultadas por Vozpópuli evitan concretar los detalles del proceso. Desde el departamento que dirige Carmen Calvo aseguran que todo se dará a conocer cuando se vaya a proceder a la exhumación. En todo caso, se extremarán las medidas para que dentro del templo nadie pueda tomar imágenes de la extracción del féretro de su actual ubicación, bajo una pesada losa de granito.
Además de requisar los móviles a los presentes en el acto, alrededor de lápida se pretende instalar una carpa mientras duren los trabajos de exhumación para que nadie pueda inmortalizar el momento. En el interior sólo podrán estar los técnicos, la titular de Justicia y, como mucho, dos miembros de la familia.
El plazo máximo marcado por Moncloa para el traslado de los restos del dictador es el próximo viernes 25 de octubre. Aunque todo apunta a que será a comienzos de la próxima semana. Un período marcado por la escalada de violencia en las calles de Cataluña y a las puertas de la campaña para las elecciones generales del 10 de noviembre.
Lo que no está claro aún es si, una vez haya abandonado el templo, el féretro será trasladado hasta el panteón del cementerio en helicóptero o por carretera. Todo puede depender de las circunstancias climatológicas.
Cuando los restos mortales estén ya en el cementerio donde también reposan los restos Luis Carrero Blanco y Carlos Arias Navarro, se celebrará una misa oficiada por Ramón Tejero Díez, hijo del ex teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero Molina, cabecilla del golpe de Estado del 23-F. Tejero Díez es párroco de La Cala del Moral-Totalán (Málaga). También cabía la posibilidad de que también participe el prior del Valle, Santiago Cantera.