Podemos suma ya tres días de tensión e incertidumbre sobre el futuro encaje del partido en la candidatura de Manuela Carmena para 2019. La suspensión cautelar de militancia de la portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, y de los otros cinco concejales con los que cuenta Podemos en la capital, ha abierto un mar de especulaciones sobre cómo se ha llegado a esta situación cuando apenas faltan seis meses para la cita con las urnas.
La dirección de Pablo Iglesias asume ya que perderá cuota de poder en la futura candidatura que debe conformar la actual alcaldesa en apenas unas semanas. Hasta ahora hay una sola certeza; que el partido morado mantiene su apuesta de concurrir en dicha plataforma, donde la primera edil quiere poner sus condiciones. "Lo que voy a hacer es trabajar para que logremos conseguir esa candidatura", dijo Iglesias, preguntado por los periodistas tras guardar silencio desde que estalló la crisis.
Sobre el futuro de los concejales madrileños, la dirección estatal asegura que ya "no hay marcha atrás". El secretario general en la ciudad de Madrid, Julio Rodríguez -a instancias de quien se ejecuta la suspensión cautelar- ha pedido "pasar página". Lo hizo a última hora de este miércoles en una entrevista en el espacio de conduce el cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero en Público TV.
Apenas dos horas antes (aunque con un día de retraso) se publicó la lista con la que concurrirá a las primarias internas que han desatado toda la crisis. Entre los miembros que acompañan al exJemad no hay nadie con experiencia en la gestión pública ni rostros conocidos para el electorado. Tampoco afines a la corriente 'errejonista' ni miembros de la tercera familia de Podemos, los Anticapitalistas, que decidieron quedarse al margen del proceso hace meses.
La dirección mantiene que son los propios concejales quienes se han colocado con su decisión de no concurrir a las primarias en la posición en la que se encuentran. "Todos estamos obligados a cumplir el Código Ético", apuntó el secretario general sobre la decisión de Rita Maestre, José Manuel Calvo, Jorge García Castaño, Marta Gómez, Esther Gómez y Francisco Pérez. Todos ellos argumentan que el orden de la lista que les ofreció Julio Rodríguez no cumplía con lo acordado. Querían estar en los primeros puestos de salida y -según su versión- el exJemad relegó a dos de ellos por debajo del puesto diez. La versión de Julio Rodríguez es que siempre estuvieron entre los diez primeros. Pero ninguna de las partes ha aportado, de momento, ninguna prueba física que acredite sus testimonios.
Si el partido lleva a cabo lo aprobado el pasado lunes por la dirección regional que controla Ramón Espinar, la expulsión de los concejales se hará efectiva cuando estos consumen su intención de entrar 'a dedo' en la plataforma. Pero desde el entorno de los actuales ediles se deja caer la posibilidad de recurrir la expulsión, pues alegan que la dirección de Podemos ha tomado una medida disciplinaria sin que hayan llegado a cometer ninguna irregularidad. Es decir, basándose en planteamientos a futuro que podrían, perfectamente, no llegar a cumplirse. Hasta el momento, ninguna fuente confirma que vayan a dar el paso. A Julio Rodríguez le basta con que hayan hecho "una manifestación pública" de que "pretenden" presentarse a la candidatura de Carmena "por otras vías".
Lo que no ha conseguido evitar Iglesias con la crisis de los ediles es que vuelva los problemas internos de Podemos salten a los medios de comunicación. Sobre todo en un momento clave para su líder, que estaba intentando rentabilizar su pacto presupuestario firmado con el presidente Pedro Sánchez en La Moncloa. "La gente que ha apoyado a Carmena, la gente que ha apoyado a Podemos está harta de la imagen que estamos dando en los medios, por eso voy a ser discreto y trabajar para conseguir lo que todos deseamos que es una candidatura de unidad popular para que volvamos a ganar elecciones", sentenció en las inmediaciones del Congreso.
En cambio, numerosas voces de dentro y fuera del partido se han pronunciado durante estos días contra la gestión de crisis que ha hecho la dirección. Una de las que más ha resonado dentro de las filas moradas es la de Luis Alegre, uno de los miembros fundadores de Podemos que abandonó la organización en 2016. En un artículo en el diario Público, avisa del peligro de que el partido acabe transformado en "una carcasa vacía" y acusa a la dirección de tomar como "rehenes" a los ediles para afianzar la futura sucesión del exjemad si la alcaldesa decide no agotar su segundo mandato.
La cascada de declaraciones también se ha dejado escuchar en el ámbito de la Comunidad de Madrid. El diputado regional Hugo Martínez Abarca, afín al 'errejonista', tachaba el proceso interno como un "suicidio" para la formación morada. "No, no eran unas primarias para que decidiera la gente. Eran la forma de coger a una parte sustantiva del equipo de Manuela Carmena como rehén: si quieres a tu equipo te tienes que tragar el mío", manifestó.