"¿Se puede debatir la legalización de la trata de seres humanos?", "¿los Derechos Humanos los declara usted?", "¿el intérprete de la Constitución es usted? Este ha sido uno de los momentos más tensos del interrogatorio de la fiscal Consuelo Madrigal a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell. Ambas se han enzarzado en torno a la función de la Mesa del Parlamento, un duelo que encerraba en el fondo un debate sobre la separación de poderes. Mientras la acusada ha defendido que en los Parlamentos "se puede hablar de todo", la representante del Ministerio Público le ha replicado que las Cámaras hacen las leyes que "obligan a todos los ciudadanos".
El momento más álgido entre ambas ha sido cuando Madrigal le ha preguntado por la Declaración Unilateral del Independencia (DUI), que se votó con su consentimiento de forma secreta en el Parlamento catalán el 27 de octubre de 2017 y que dio pie a la aplicación del artículo 155. Forcadell se ha referido a ella como "esa declaración a la que usted se refiere" para después reducirla a una mera declaración de "voluntad política" mediante la lectura de un preámbulo "sin consecuencias jurídicas".
¿La DUI era una "farsa"?
La fiscal entonces le ha insistido: "¿Cuando dice 'política', a qué se refiere, a que era mentira, de broma, teatro, un sainete, una farsa?". "Que era política. No sé si considera que la política es una farsa, un sainete, pues entonces sí. Pero yo considero que es una cosa seria y que era una declaración política", ha replicado Forcadell.
El cuerpo a cuerpo lo ha desatado el argumento de la acusada de que no hicieron nada ilegal porque en los parlamentos "se puede hablar de todo". La exfiscal general no ha coincidido con su criterio y ha sido cuando ha acudido al ejemplo de la trata de seres humanos. Ante esto, la expresidenta del Parlament ha replicado que para ella el límite siempre era "el respeto a los derechos humanos".
Atrás quedaba el interrogatorio y la defensa por rebelión, delito que se le atribuye a Forcadell y por el que se le pide 17 años de prisión. La líder independentista y la representante del Ministerio Público se han perdido en el enfrentamiento en el que la dirigente independentista se ha escudado en la politización del Tribunal Constitucional. Madrigal, en cambio, ha destacado el incumplimiento de las resoluciones judiciales por parte de la Mesa que presidía la acusada.
¿Qué puede hacer la Mesa del Parlament?
La disputa ha girado en torno a la cuestión de qué puede hacer y qué no la Mesa del Parlament. Forcadell ha explicado que no atendió el mandato del Constitucional de detener la comisión del proceso constituyente porque, a su juicio, dicha orden vulneraba derechos fundamentales como la libertad de expresión, el pluralismo político y el debate parlamentario.
"El Tribunal nos estaba pidiendo una cosa que es imposible. ¿Como puede convertirse la mesa del Parlament en un órgano censor, que decida de lo que se puede hablar y de lo que no?", ha espetado la expresidenta desde el banquillo. Según su criterio, la disposición del órgano judicial iba en contra de la labor de la Mesa de "favorecer el debate". De obedecer, ha añadido, se daría cabida a la censura dentro de la Cámara, algo que terminaría "socavando el sistema democrático". Ante tales afirmaciones, la fiscal ha cuestionado la pertinencia de la acusada para juzgar las órdenes emitidas por la Justicia: "¿Está usted por encima del Tribunal Constitucional?".
Durante el interrogatorio se ha visionado un vídeo en el que se aprecia a Forcadell arengando desde el escenario de una concentración. "¡No tenemos miedo!", se le escucha gritar al tiempo que llama a responder al Estado con serenidad. Este martes se ha visto una versión muy distinta de la acusada, si bien ha insistido en su visión de la labor de un Parlamento: "Si el legislador quisiera que las Cámaras solo tomasen decisiones jurídicas no hubiese puesto diputados en ellas. Nosotros tomamos decisiones políticas".