El Ministerio de Educación y Formación Profesional está trabajando en un cambio normativo para modificar la Formación Profesional y transformarla en "menos rígida, más abierta y menos burocrática". Así lo ha explicado la titular de la cartera, Isabel Celaá, en un encuentro con los medios de comunicación celebrado este lunes, donde ha reconocido que si bien su departamento pretende configurar una normativa básica a nivel estatal, en cada comunidad autónoma se ajustarán a su "tejido socioeconómico": "No es lo mismo el tejido económico del País Vasco que el de Murcia".
Tras lamentar que España se sitúe entre los países de la OCDE con menor porcentaje de alumnos matriculados en ciclos formativos de Grado Medio de Formación Profesional, la dirigente socialista vasca aboga por que las empresas privadas se incorporen en la FP desde el "minuto uno" del recorrido, es decir, desde la identificación del perfil profesional que se requiere hasta ser capaces de de involucrarse en el contenido de los títulos e, incluso, de participar en las calificaciones del alumnado.
al Formación Profesional no es un itinerario de segunda. En Alemania o Dinamarca no existen esos prejuicios"
Para ello, Celaá propone que las compañías elaboren un informe sobre las prácticas desarrolladas en la empresa por cada alumno. "Se tendrá que valorar que sin un informe positivo de la empresa no se consiga el título", ha adelantado. La reforma barajada por su departamento busca además reducir el número de años que supone la elaboración de las titulaciones de FP, que suele rondar los cuatro. "Si lográramos llevarlo a la mitad, sería un éxito", ha señalado la ministra.
Según la ministra de Educación, España se sitúa al mismo nivel que la media europea en cuanto a Bachillerato y titulaciones universitarias, pero no ocurre lo mismo con la FP. "Por su historia, este país ha llegado a la conclusión de que la FP es para los que no valen para Bachillerato, pero en países como Alemania o Dinamarca no existen esos prejuicios", ha comparado. Y ha insistido en que no se trata de "un itinerario de segunda".
Además, la ministra de Educación ha defendido que estas medidas ayudan a combatir la elevada tasa de abandono escolar temprano, donde el país duplica a la de la UE, así como lo hace el número de repetidores. En cuanto a los alumnos que están cursando la Formación Profesional Básica –dirigida a jóvenes que han cumplido 15 años y que tienen dificultades para terminar la Secundaria– el Ministerio de Educación propone que puedan obtener el título de la ESO "presentándose a una prueba".