Ni calma ni alegría en Podemos después de la noche electoral del domingo. El partido de Pablo Iglesias perdió en las últimas elecciones 29 escaños con respecto a 2016 y ahora busca convertir sus votos en poder: la condición necesaria para blindar el liderazgo del secretario general y pilotar la sucesión a Irene Montero. El temor en la casa morada es que Pedro Sánchez haga todo lo posible para gobernar en minoría. Fuentes socialistas confirman esa intención y en Podemos estudian impedir esa circunstancia, o, por lo menos, intentar frenarla ofreciendo estabilidad a cambio de poder y cargos.
“Nosotros tenemos que proponer un gobierno sensato de Unidas Podemos, porque el PSOE va a intentar gobernar en solitario”, agregan miembros del partido de Iglesias. Para evitar que Sánchez avance hacia un ejecutivo en minoría, el plan de la dirección morada pasa por redactar una serie de medidas programáticas de calado social.
De esa manera, obligarían a Sánchez a exponerse antes del 26 de mayo, fecha de las elecciones municipales y autonómicas, pero sin llegar a chantajes, lo que sería contraproducente para Iglesias. La lección de 2016 sigue viva. Entonces, Iglesias planteó apoyar a Sánchez a cambio de controlar el CIS, el CNI y la lucha contra la corrupción. Pero su veto obligó a repetir los comicios: un precio que ahora los de Podemos no estarían dispuestos a pagar.
Presidencia del Congreso
En Podemos sugieren que Sánchez podría ceder la presidencia del Congreso a Iglesias para tener su apoyo en la investidura. Los partidos deberán acordar la composición de la mesa del Congreso antes del 21 de mayo. Gloria Elizo, muy cercana a Iglesias y que ya acompañó a la anterior presidenta Ana Pastor en dicha mesa, podría estar entre los nombres de las quinielas. Hacerse con la presidencia del Congreso significaría disponer de muchos fondos y convertirse en arbitro del juego parlamentario. Además de lograr mucha visibilidad.
Sánchez podría ceder la presidencia del Congreso a Iglesias para tener su apoyo en la investidura. El partido morado estaría dispuesta a apoyar la investidura del socialista sin estar en el gobierno.
Una de las claves de esa estrategia consiste en evitar hablar de cargos públicos, al menos hasta alcanzar el acuerdo. Aunque en las reuniones y conversaciones se ha barajado pedir direcciones generales en ministerios a guía socialista. Antes del voto, los dos líderes ya hablaron de ello, como adelantó Vozpópuli. Sánchez llegó incluso a prometer un gobierno con ministerios compartidos con Podemos, según fuentes de la formación morada. Sin embargo, persiste cierta "desconfianza" hacia el candidato socialista.
En Podemos hay fuertes temores a un pacto rojo-naranja. De hecho, circulan opciones como la de una investidura de Ciudadanos a Sánchez a cambio de obtener el apoyo de los socialistas para consolidarse en varias Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. Para evitar acercamientos de ese tipo, la dirección del partido morado estaría dispuesta a apoyar la investidura del socialista sin estar en el gobierno, pero acordando una guía morada del Congreso y altos cargos "técnicos" en el ejecutivo.
"Hemos conseguido frenar a la derecha y España dice que hay que ponerse de acuerdo y que haya gobiernos de coalición. Para la estabilidad habrá que hacer pactos entre fuerzas políticas diferentes, en el Estado, autonomías y municipios. Así han votado los españoles", reflexionan frente del partido morado.
Programa de gobierno
En la noche del domingo, tras conocerse los datos electorales, Iglesias habló de coalición de izquierdas y programa. "Ahora toca trabajar mucho, hay que hacer un programa de gobierno y cumpliremos con el mandato de trabajar para que haya en España un gobierno de izquierdas”, dijo el líder de Podemos. El borrador de ese programa estaría ahora preparándose, según las fuentes consultadas.
El problema que tiene Iglesias es que sus escaños no son suficientes para dar un puñetazo sobre la mesa. Podemos no tiene la llave de la gobernabilidad, puesto que además de sus 42 escaños, harían falta los de los independentistas en la primera ronda para gobernar. Con Ciudadanos, en cambio, el PSOE, con 124 diputados, sí podría llegar a una coalición sin depender de nadie más.
Este es el gran temor del líder morado, cuya fuerza también dentro de su partido depende de cómo se resuelva el encaje del gobierno. Sabe que Íñigo Errejón y los suyos aguardan detrás de la puerta: "No son unos buenos resultados", comentó este lunes el ex número de Podemos sobre las elecciones del domingo. Entrar en el gobierno u obtener la presidencia del Congreso y altos cargos permitiría a Iglesias blindar su liderazgo. Este es su principal objetivo en este momento.