“Fue Pedro Sánchez quien se lo pidió”. El líder de Podemos y vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, entrará en la sala de la comisión delegada del Gobierno para asuntos de inteligencia, pero sus poderes en dichas reuniones, al menos los oficiales, serán limitados. “No será Iglesias quien abra los sobres [del CNI]”, comentan miembros de la oposición, mientras que desde la dirección de Podemos asumen que una de las cosas por las que se interesará el líder morado será por lo que él llama “cloacas del Estado”.
El funcionamiento de la comisión delegada del CNI implica que Iglesias, en calidad de vicepresidente del Gobierno por los asuntos sociales, no tenga un papel protagonista. Fuentes del gobierno y de la oposición coinciden en que al líder morado solo le queda la función de preguntar.
Muchos coinciden en que pueda aspirar a conocer si hubo investigaciones del CNI sobre los morados, o lo que saben los servicios secretos de las relaciones de Podemos con los países de América Latina.
No son poderes de máxima relevancia, pero pueden ayudar a Podemos a construir una imagen de “víctima”, que es lo que Iglesias ya aprovechó a lo largo de las últimas campañas electorales, sobre todo en las generales de abril. También puede obtener que se desclasifiquen algunos dossiers.
"Máxima sintonía"
El secretario general de Podemos pidió en septiembre de 2018 que la entonces ministra de Justicia, Dolores Delgado, se alejase de sus funciones públicas tras la filtración de las polémicas grabaciones con el excomisario de la Policía Nacional José Manuel Villarejo. "Hay que alejar de la vida política a cualquiera que mantenga amistad con los representantes de las cloacas", dijo.
La Ley 11/2002, que creó esta comisión delegada, establece que sus funciones son proponer al presidente del Gobierno los objetivos anuales del CNI y realizar el seguimiento y evaluación del desarrollo de los mismos. El tercero de sus cometidos es velar por la coordinación de los servicios de inteligencia y los servicios de información de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado, de la administración civil y militar.
Desde Podemos aseguran que la inclusión de Iglesias no fue a petición propia, sino que consistió en un ofrecimiento de Sánchez. El esquema fue el mismo de las reuniones con los representantes agrarios. En ambos casos, el vicepresidente actuó tras recibir una petición de Sánchez, en un esquema que en el cuartel general morado califican de “máxima sintonía”. Una sintonía interrumpida solo por los problemas en política migratoria y de género, pero sobre los cuales en Podemos nadie se equivoca: “Si hubiera crisis internas estaríamos hablando de Dolores Delgado, del cese de Garea en Efe o de Tezanos”.
La explicación que ofrecen en el PSOE sobre la inclusión de Iglesias en la comisión delegada del CNI, adelantada por El Mundo, es que el presidente del Gobierno quiere asegurarse la fidelidad de los morados sobre Cataluña. Iglesias y el ministro Manuel Castells estarán en la mesa de diálogo con Quim Torra y ERC. En general, Sánchez considera que el desarrollo de la cuestión catalana es esencial para el futuro de su Gobierno, y no quiere golpes de efecto de los morados.
Lealtad en el plan sobre Cataluña
Sánchez ya ha asumido la hoja de ruta sobre Cataluña, de tal manera que las fuentes de Podemos consultadas aseguran que Iglesias no tiene ninguna intención de incumplir su palabra. De hecho, sobre una posible visita a la cárcel de Lledoners para hablar con Oriol Junqueras, fuentes de Podemos aseguran que Iglesias actuará solo si lo pide Sánchez. En el partido morado llegan incluso a sorprenderse por el grado de afinidad que está demostrando Sánchez.
En definitiva, la presencia de Iglesias en la comisión demuestra que el peso del secretario general de Podemos en el Gobierno va in crescendo. “Ya tiene competencias de vicepresidente primero”, recogen miembros del partido morado.
Aunque en el círculo más alto insisten en que los poderes de Iglesias en dicha comisión serán limitadas. Otra cosa es que Iglesias aproveche el cargo para obtener de manera indirecta más información o estrechar más vínculos con los servicios secretos del Estado. Aunque miembros de Podemos recuerdan que los morados ya tienen sus canales para llegar a esa información.