Pablo Iglesias entró este jueves en el Congreso de los Diputados haciendo hincapié en la necesidad de abrir cuanto antes el debate sobre la jefatura del Estado. El secretario general de Podemos decidió acudir a la celebración del 40 aniversario de la Constitución donde apenas unos metros le separaron del monarca emérito, Juan Carlos I durante el acto solemne.
No hubo apretón de manos y los diputados morados eludieron el saludo oficial evitaron aplaudir a los dos reyes a su entrada al Hemiciclo. "Es una figura salpicada por la imagen de la corrupción", argumentó Iglesias. El líder de la formación de los círculos criticó además la "sobreactuación" de la ovación a don Juan Carlos. También tachó de "decepcionante" el discurso del rey Felipe VI aunque moderó su habitual ofensiva al admitir que el jefe del Estado había usado un tono "algo más conciliador" que en otras ocasiones.
Para el secretario general de Podemos fue importante el "mensaje" que el jefe del Estado envió "a aquellos que dicen que hay que suprimir las comunidades autónomas", en clara referencia a Vox. "Creo que todos hemos percibido un tono algo más conciliador que en anteriores intervenciones del rey y un reconocimiento al pluralismo político en España", manifestó ante los periodistas a la salida del acto solemne. "La Casa Real ha entendido que se han equivocado unas cuantas veces", remató.
El líder de Podemos no quiso participar en los habituales 'corrillos' del Salón de los Pasos Perdidos del Congreso tras el acto en el Hemiciclo. Un encuentro donde sí estuvieron Albert Rivera, Pablo Casado o el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y varios de sus ministros. El expresidente Mariano Rajoy, numerosos diputados y los dos reyes coparon el protagonismo de la cita.
En la conmemoración del 40 aniversario de las elecciones de 1977 Iglesias aseguró que Felipe VI no estuvo "a la altura" por mantener "equidistancia" entre quienes luchar por la democracia y quienes defendieron la dictadura. En esta ocasión, Iglesias insistió en la idea y reprochó que el jefe del Estado no diese suficiente protagonismo a los ciudadanos en su intervención. "Ha dicho que lo mejor de España es la Constitución y creo que lo mejor de España son los españoles que han sacado adelante de la democracia", remató.
Tampoco estuvo de acuerdo con que entre las palabras del monarca no se incluyesen referencias a la corrupción o a los privilegios o que eludiese reconocer que varios artículos de la Carta Magna "no se cumplen", en referencia a los que se refieren a la protección social, al trabajo digno o al derecho a la vivienda.