MADRID. Moncloa ve muy probable una posible imputación de Pilar Sánchez Acera por la filtración de los correos de la Fiscalía contra Isabel Díaz Ayuso, según admiten fuentes gubernamantales consutadas por este diario. De hecho, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, evitó defenderla este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros: "No me pida que asuma el papel de juez y me adelante a decisiones que no me corresponden en absoluto", respondió a la pregunta de un periodista sobre la jefa de gabinete del ministro Óscar López.
Sánchez Acera, que acudió el pasado fin de semana al Congreso Federal del PSOE en Sevilla y evitó cualquier interacción con la prensa, fue quien pidió al ex secretario general del PSM Juan Lobato que utilizara como arma política el correo dirigido a la Fiscalía del abogado de Alberto González Amador -pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid- en la Asamblea regional. Lobato, que se negó en un principio por sospechar de la procedencia ilícita del documento -una filtración- se negó hasta que el contenido de esa comunicación apareció en los medios de comunicación. Fue entonces cuando lo usó en la Cámara autonómica.
Según acreditan los mensajes de Whatsapp que Lobato intercambió con Sánchez Acera, esta le remitió el documento secreto que se filtró desde la Fiscalía y le presionó para que lo utilizara políticamente en la Asamblea contra Ayuso. Lobato se negó al preguntarse cuál era el origen del documento, cuya filtración investiga el Tribunal Supremo y por la que ya ha imputado al fiscal general, Álvaro García Ortiz, y a la fiscal de Madrid, Pilar Rodríguez. Pero Sánchez Acera le dijo que le llegó porque lo tenían los medios. Poco después, el documento apareció publicado en elplural.com y Lobato se decidió a usarlo políticamente en su comparecencia.
La filtración de la Fiscalía implica, por tanto, al núcleo duro del Ejecutivo, porque ha quedado despejada la gran duda de si el equipo de Pedro Sánchez manejó o no esa comunicación. Lo hizo y, además, se la dio a Lobato, quien fue a una notaría en septiembre -seis meses después- a dar fe de los mensajes que intercambió con Sánchez Acera. En su comunicado pactado con Cerdán dijo que lo que acreditó en la notaría fue que ni él ni nadie de Moncloa recibió información alguna de la Fiscalía. Pero ahora cabe preguntarse cómo Sánchez Acera se hizo con ese documento. Y todo parece indicar que será investigada. Por eso el Gobierno asume ese paso.
Lobato, que dimitió la semana pasada tras sufrir la presión de sus compañeros, tiene intención de continuar como diputado en la Asamblea de Madrid y en el Senado. De momento, este domingo, mientras Pedro Sánchez clausuraba el 41 Congreso Federal en el que resultó elegido secretario general por cuarta vez, el exlider madrileño publicaba un mensaje de agradecimiento en sus redes sociales para dar las gracias a todos los socialistas que le han trasladado muestras de apoyo. No parece que Lobato vaya a dejar la política. Por ahora, exlíder madrileño vuelve a la casilla de salida, dispuesto a emprender de nuevo una carrera de fondo que le lleve donde realmente quiera, porque, como ya contó este diario, un sector de sus compañeros le atribuye ambiciones nacionales.
El ex secretario general del PSOE-M Juan Lobato ha sido, pese a su ausencia, uno de los grandes protagonistas durante el Comité Federal de los socialistas. Y es que buena parte de sus compañeros creen que se presentará a las primarias para disputarle al ministro de Transformación Digital, Óscar López, el liderazgo en Madrid. La cúpula del partido, no obstante, avisa a Lobato de que no tiene el control del PSOE-M ni el apoyo de sus principales agrupaciones. Las fuentes consultadas no descartan que se presente una tercera vía, aunque lo de López se da por hecho. De hecho, ya ejerce como candidato en Madrid.
El entorno del ministro asegura que conoce muy bien la Comunidad, su idiosincrasia y cómo hacer una campaña ganadora en la región. Es más, lleva participando en ellas desde que Rafael Simancas casi logra ser presidente, en 2003, si no hubiera sido por el famoso 'tamayazo'. También preparó a Ángel Gabilondo, quien ganó en 2015 aunque no pudo formar mayoría. López tiene ganas de batirse con Isabel Díaz Ayuso. La presidenta madrileña se ha convertido en una obsesión en Moncloa. Y Sánchez busca por todos los medios derribarla. En cualquier caso, algunas fuentes consultadas admiten que la llegada de López puede ser error estratégico.