Política

No fue solo Errejón: el desplome de Sumar es anterior y complica más a Sánchez convocar elecciones

Fuentes socialistas lamentan la incapacidad de Yolanda Díaz para mantener una izquierda fuerte y unida. Por eso, se preparan para absorberla

  • Yolanda Díaz, en el Congreso. -

Si Sumar no está fuerte, Pedro Sánchez no tiene incentivos para una hipotética convocatoria electoral. Ese es el sentir de buena parte del Ejecutivo. El presidente del Gobierno está decidido a continuar al frente del Ejecutivo aunque no logre aprobar unos Presupuestos para este año. Si 2025 termina sin cuentas, será el segundo ejercicio consecutivo que habrá fracasado en su empeño de aprobar los números más importantes del país.

La clave sigue siendo su socio en el Gobierno. Hubo un tiempo en el que Sánchez aupó a Yolanda Díaz. Basta recordar el último debate electoral antes de los comicios del 23-J de 2023. En él participaron Santiago Abasval, el propio Sánchez y Yolanda Díaz. En ese momento los dos aparecían como un todo. El líder socialista quería que a su izquierda le fuera bien. Le valía el cargo en ello, pero camino de dos años después todo ha cambiado. La vicepresidenta segunda ha sido incapaz de mantener una izquierda fuerte y unida.

Y, por eso, los socialistas se preparan para absorber a Díaz. El PSOE está decidido a merendarse los votos de Sumar. El problema es que muchos de ellos vayan a la abstención, porque el declive de Sumar, en verdad, es anterior a la última gran estocada que supuso la dimisión de Íñigo Errejón, acusado de agresión sexual. Lo cierto es que Yolanda Díaz fue incapaz de remontar las duras consecuencias del veto que impuso a Irene Montero. Podemos aceptó concurrir bajo el paraguas electoral de Díaz. Pero una vez se topó con el 'no' a su 'lideresa', los morados pusieron todo tipo de zancadillas

Díaz siempre expuso que Montero estaba muy quemada. La exministra de Igualdad llegó a la cita con las urnas de aquel mes de julio abrasada por los efectos de la Ley del solo sí es sí, cuyo redactado permitió la puesta en libertad de decenas de condenados por delitos sexuales. De manera que la vicepresidenta segunda se mantuvo firme en su rechazo no solo a Montero, sino también a Pablo Echenique. Díaz no quería en su barco a los rostros más beligerantes de la izquierda española.

Podemos ha ocupado durante una década el papel central de ese espacio. Y llevó muy mal su pérdida de protagonismo. Pese a que Pablo Iglesias quien situó a Yolanda Díaz a los mandos, el ex vicepresidente segundo del Gobierno se dio cuenta rápido de que Díaz le traicinó. A Iglesias le duele la línea política que eligió Díaz -menos belicosa con el PSOE-. También le dolió que se dejara aconsejar por quienes, según Iglesias, contriubyeron de manera decisiva a dividir a la izquierda, como el propio Errejón. 

Todo ello ha tenido a Iglesias sumido en un dolor de cabeza del que apenas se está recuperando ahora, cuando cree que tener la sartén por el mango. La ruptura de Podemos el año pasado con Sumar y su llegada al Grupo Mixto ha revolucionado por completo a la izquierda del PSOE. Los socialistas están verdaderemente preocupados, porque no controlan a sus socios, que se mueven buscando el momento propicio para dar a Sumar el golpe definitivo. Por el momento, que los morados se sienten siquiera a hablar de Presupuestos es toda una quimera. 

Así las cosas, Díaz, que renunció a su puesto de coordinadora general de Sumar y decidió permanecer solo con su rol de "líder del espacio" en el Gobierno, permanece atenta a los movimientos de sus socios, una maraña de partidos que no cree en su proyecto y que no quiere que Movimiento Sumar, el partido propiamente dicho de Díaz, sea un "nuevo Podemos". Ni Izquierda Unida ni el resto de grandes fuerzas de la coalición quiere que solo mande Díaz a través de su partido. Esa guerra cainita está desangrando a la izquierda española. 

En cualquier caso, en todo este tiempo, Yolanda Díaz no ha sido capaz de unir a los partidos de Sumar y, además, los ha devuelto a los umbrales de voto que en su día tenía Izquierda Unida, una de las fuerzas más beligerantes con el devenir del partido de la vicepresidenta segunda, quien ha llamado a abrir un debate en su espacio para configurar un nuevo liderazgo. Todo eso está en el aire. Mientras, Podemos, que tampoco cree en Sumar, debate. Dentro hay quien cree que el partido morado tiene que entrar de nuevo en el guiso de la izquierda a la izquierda del PSOE, pero desde una postura dominante. "Podemos tiene la obligación de reconstruir el espacio", zanjan fuentes del partido en conversación con este diario. Y tras la caída de Errejón, se empeñan en liderar de nuevo ese espacio.

En el PSOE siguen viendo con malos ojos que Yolanda Díaz cortara con Podemos. Fuentes socialistas de alto nivel, zanjan: "Yolanda ha concluido del resultado a las europeas que sería bueno reanudar las conversaciones con ellos. Izquierda Unida hace ya tiempo que cree que es malo que Podemos y Sumar se presenten por separado. Desde la estrategia política está claro que es necesario juntarlas". El tiempo pondrá las cosas en su sitio. 

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