La infanta Cristina visitó el pasado domingo por última vez a su marido Iñaki Urdangarin en el Centro Penitenciario de Brieva (Ávila) en la que cumple una condena de cinco años y diez meses por el caso Noós, según han informado a Vozpópuli fuentes penitenciarias. Estas mismas fuentes indican que el ritmo de visitas de la hermana del rey Felipe al centro se mantienen en el ritmo habitual.
La primera visita se produjo a finales del mes de junio cuando el preso llevaba siete días encarcelado. Cristina de Borbón y su marido solicitaron un vis a vis familiar mediante el que permanecieron juntos dos horas, pese a que el reglamento permite hasta tres.
Esta semana la revista ‘Lecturas’ informaba de que la infanta está preparando su divorcio del exjugador de balonmano con el que se casó en 1997 y junto al que fue condenada en la misma causa, pero a título lucrativo. De ser cierta esta información, no ha repercutido, al menos de momento, en los encuentros presenciales que la hermana del Rey realiza a la prisión.
Derecho a visitas
Ella reside habitualmente en Suiza con sus hijos por lo que las visitas le obligan a desplazarse a España de forma regular. Según lo que estipula el Reglamento Penitenciario, el exduque de Palma tiene derecho al menos a un vis a vis íntimo con la infanta al mes. También puede solicitar la modalidad de los vis a vis familiares, que precisan de una sala más amplia.
Pero el contacto más fluido es el que permite la comunicación por locutorio, 40 minutos a la semana con posibilidad de partir en dos visitas de 20 minutos. Al locutorio pueden asistir sus cuatro hijos al tener más de 10 años. Además, el preso tiene derecho a 50 minutos de llamadas telefónicas que tiene que pagar él.
Urdangarin eligió la cárcel de Ávila para estar solo. Se trata de una prisión de mujeres, la misma que eligió también el exdirector de la Guardia Civil Luis Roldán. Cuenta con un pequeño módulo de cuatro celdas para albergar varones.
