La dirección de Izquierda Unida que lidera Alberto Garzón propone transformar su estructura orgánica para avanzar desde la figura de partido político tradicional hacia la construcción de un movimiento político y social, como aprobó la XI Asamblea a propuesta de Garzón en 2016.
Para ello, plantea unificar las personalidades jurídicas de las diferentes federaciones en una única a nivel estatal; un sufragio universal obligatorio para los procesos internos; ampliar los mecanismos de participación con nuevas figuras más allá del afiliado tradicional; y racionalizar la gestión económica de la formación.
Desde que Garzón tomó los mandos de IU, puso en marcha un proceso de reducción de la deuda e intentó poner orden en las cuentas apretándose el cinturón.
No va vinculado al pago de la deuda. En caso de
Este último es uno de los puntos más polémicos del planteamiento que se encuentra aún en fase embrionaria. Según el primer borrador enviado por la dirección a los diferentes territorios bajo el título 'Propuestas e hitos para la construcción del MPyS', "los recursos de la organización están al servicio de toda la organización". Es decir, que "han de servir para poner en marcha las políticas aprobadas y debemos garantizar que se implementa lo aprobado en todo el territorio".
Para ello, se fija como punto prioritario acabar con la deuda con los bancos que arrastra IU desde los tiempos de Julio Anguita. "Un MPyS que pretende cambiar la sociedad no puede tener deuda bancaria, por lo tanto, modificaremos los estatutos para señalar mecanismos que permitan centralizar recursos si así fuese necesario", apunta el texto al que ha tenido acceso Vozpópuli. De momento, no se especifica nada más, puesto que el documento sirve como punto de partida para el debate que se abrirá este sábado.
Todo basado en la "corresponsabilidad y solidaridad federal". Esto no gustó nada entre los críticos.
El documento contempla también modificar el sistema de cuotas para que los ingresos pueden distribuirse entre las federaciones y la organización central. Se propone una cuota unificada para los afiliados de "cinco euros al mes", de los cuales se asignará "asignando a la dirección federal un tercio y los dos tercios restantes lo distribuirán las Federaciones".
Este punto, junto al de la unificación de la personalidad jurídica levantó una gran polvareda este jueves entre el reducido sector crítico de IU, que acusó a Garzón de allanar el terreno para facilitar una integración en Podemos. "Es un proceso que precisamente busca lo contrario, fortalecer el espacio político de IU y a su militancia para avanzar hacia los objetivos estratégicos que hemos decidido en común", respondió rotunda la dirección en una carta dirigida a los militantes. Estos son quienes deberán refrendar en último término la propuesta tras el debate y la votación en los órganos del partido.
La dirección responde en la misiva que la modificación "no busca en ningún caso que las federaciones pierdan sus siglas. Las federaciones conservan su autonomía y competencias reguladas en los estatutos de Izquierda Unida". Defienden que se trata de una simplificación de la estructura burocrática aprovechando la necesidad de adaptarse a la Ley de Financiación de Partidos Políticos.