Coinciden en el qué, el cómo, el cuándo y el porqué. Agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad fueron heridos por "ciudadanos enrabietados". Fue durante la jornada del 1 de octubre de 2017 y por intentar impedir bajo mandato judicial la celebración del referéndum en Cataluña. Pero difieren en el cuánto: la entonces cúpula del Ministerio Interior lleva casi año y medio 'bailando' la cifra total de agentes heridos aquel día.
Los últimos en presentar balance han sido el jefe de zona de la Guardia Civil en Cataluña durante el 1-O, Ángel Gozalo, y el entonces jefe superior de la Policía Nacional en Cataluña, Sebastián Trapote. Lo han hecho en el Tribunal Supremo, durante sus respectivas declaraciones como testigo en la causa en la que están acusados los 12 líderes independentistas.
Según sus cuentas, 55 efectivos de la Guardia Civil y 65 agentes de la Policía Nacional resultaron heridos en esa jornada marcada por "cadenas humanas" y "resistencia total" a las puertas de los colegios electorales. Es decir, 120 lesionados.
El jefe de la Policía ha detallado un escenario "muy violento" a la llegada de los efectivos a los centros electorales en los que tuvieron que enfrentarse a la "virulencia y agresividad" de "cadenas humanas" de personas que "emplearon la fuerza" contra los policías nada más verles llegar. El responsable de la Guardia Civil se ha referido a la "actitud de resistencia" en los colegios electorales y ha insistido en que lo que empezó con gente sentada en el suelo "mutaba en un mayor grado de violencia".
Agentes de @policia también se han encontrado con agresiones,como esta en Barcelona,violencia contra el cumplimiento de la ley#EstamosporTI pic.twitter.com/TxEw3QtVCD
— Ministerio del Interior (@interiorgob) October 1, 2017
La semana pasada, el que fuera delegado del Gobierno en Cataluña en aquel momento, Enric Millo, habló de 93 agentes heridos. También declaró como testigo en la causa del procés y aseguró que ésta era la cifra que se manejaba en La Moncloa. Describió numerosos actos violentos, desde chalecos antibalas "rajados de extremo a extremo", "artes marciales para patear la nuca" hasta "la trampa del Fairy: echar detergente a la puerta de los colegios para que los policías resbalasen y después patearles la cabeza”.
Heridos vs. contusionados
El número esbozado por Millo dista del presentado por el ministro de Interior durante el 1-O, Juan Ignacio Zoido, en su comparecencia en el Senado en enero de 2018. "Los servicios sanitarios también atienden a un total de 12 agentes: nueve de la Policía Nacional; dos de la Guardia Civil y un agente de los Mossos d’Esquadra", dijo ante los diferentes grupos parlamentarios.
Ya en aquella jornada, el senador Jon Iñarritu (EH Bildu) hizo referencia al "baile de cifras". "Comenzaron con 12 y acabaron con 431 al día siguiente en un balance del Ministerio de Interior", señaló. El 2 de octubre de 2017, Europa Press publicó una información en la que citaba a fuentes del despacho de Zoido: el número de heridos pasó de los 39 a los 431 "después de contabilizar todos los heridos por contusiones, arañazos, patadas e incluso mordiscos propinados por aquellos manifestantes que se opusieron a que se requisaran las urnas".
En el Senado, Zoido intentó zanjar el debate y para ello recurrió a la distinción entre heridos y contusionados. "Me preguntaba qué pasaba con los heridos. Se lo voy a decir (...) Le voy a dar el número de heridos y de contusionados, a ver si eso sirve para que todo el mundo baraje datos homogéneos", espetó el ministro. Finalmente, dejó dos cifras sobre la mesa: "Heridos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil que necesitaron asistencia hospitalaria, 11. De ellos, 10 estuvieron de baja. Contusionados, 431".
