La Junta Electoral Central (JEC) ha rechazado por unanimidad la petición del abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boye, para que dé por válida una fórmula de acatamiento efectuada ante una autoridad notarial de Bélgica que permita al expresidente catalán ir al Parlamento de la UE. Asimismo, deja vacantes los escaños tanto del expresidente de la Generalitat como del líder de ERC, Oriol Junqueras y de Antoni Comín.
También suspende todas las prerrogativas que les pudieran corresponder por razón de su cargo, "todo ello hasta que se produzca dicho acatamiento". En este sentido, la JEC trasladará al Parlamento europeo la lista de eurodiputados electos que ya cuentan con la credencial correspondiente para que puedan asistir y adquirir la condición plena en la sesión constitutiva del 2 de julio en Bruselas.
Tanto Comín como Puigdemont permanecen fugados de la Justicia española, mientras Junqueras continúa en prisión preventiva por estar acusado de un posible delito de rebelión, entre otros, con motivo del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. Ninguno de los tres ha acatado la Constitución de modo "incondicionado" ni presencialmente, como exige la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) y distintas resoluciones y acuerdos de la Junta.
50 electos acataron la Constitución el lunes pasado y la JEC avaló las fórmulas que emplearon para ello, incluida la de la representante de ERC Diana Riba, que mencionó a los "presos políticos". En la reunión posterior de la Junta, aunque hubo dudas y posicionamientos en contra, la mayoría de los integrantes la avaló. Ese mismo día se les dio la credencial, y este jueves la ha recibido el ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, puesto que no pudo acudir a la sesión del lunes por encontrarse en viaje oficial.
Fue el lunes cuando Boye acudió al Congreso e intentó entregar a la Junta un escrito en el que tanto Puigdemont como Comín hacían constar ante una autoridad notarial belga que acataban la Constitución, según explicó el propio letrado. No pudo entregar la documentación en mano, y de hecho, tuvo que abandonar la sala en la que se celebraron los acatamientos.