Los pensionistas se volverá a echar las calles este sábado para reclamar una revalorización acorde al incremento de los precios. A diferencia del pasado 22 de febrero, cuando llegaron hasta la misma puerta del Congreso, esta vez lo harán con los ecos de un debate parlamentario en el que los partidos políticos, lejos de aplacar sus ánimos, no aclararon nada sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones.
Las grandes centrales sindicales, por su parte, quedarán al margen de la gran movilización convocada por la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones a las seis de la tarde en la Puerta del Sol. CCOO y UGT decidieron aplazar su convocatoria de este jueves en aras de una movilización masiva el jueves. La plataforma de pensionistas les dio esquinazo para evitar que capitalizasen un movimiento a priori autoorganizado.
Sí contarán con el apoyo de la plataforma 8-M, integrada por movimientos feministas, que organizó las multitudinarias manifestaciones de mujeres en la calle escasamente una semana. También con el respaldo del sindicato de Estudiantes. "La lucha de los pensionistas es también la lucha de los jóvenes y los estudiantes, que queremos un presente y un futuro digno", aseguran en un comunicado.
Mientras que la manifestación convocada por los sindicatos se celebrará a las once de la mañana, la de la Coordinadora Estatal se unirá a otra organizada por el colectivo No Somos Delito contra la Ley de Seguridad Ciudadana, apodada por sus detractores como la 'ley mordaza'. Arrancará en Sol y discurrirá por la plaza de Cibeles hasta la de Neptuno, muy próxima a la Cámara Baja.
"Desde UGT y CCOO hemos intentado, sin éxito, conseguir la confluencia de ambas manifestaciones en aras de lograr una movilización unitaria y potente, respetando siempre la identidad de cada convocante, tal y como ocurrió el pasado 8 de marzo, que fuera capaz de trasladar al Gobierno del Estado un mensaje contundente para abrir la negociación en el ámbito del Pacto de Toledo y revertir la reforma unilateral de las pensiones de 2013", alegan los sindicatos en un comunicado.
La contundencia de la movilización a lo largo y ancho de la geografía española ha pillado con el pie cambiado tanto a Gobierno -los pensionistas son un gran caladero de votos del PP- como a los partidos de la oposición, incapaces de ponerse de acuerdo para avanzar en el debate parlamentario del Pacto de Toledo. El jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, condicionó el miércoles la subida de las pensiones mínimas y de viudedad a la aprobación de los Presupuestos.
La mecha prendió el pasado 22 de febrero, con una afluencia mucho superior a la que registraron las movilizaciones convocadas por los sindicatos apenas una semana antes. Todo, eso sí, después de la carta enviada por la ministra de Empleo, Fátima Báñez, para anunciar la subida del 0,25%, el mínimo fijado por Ley. La preocupación por las pensiones ha alcanzado el máximo en 30 años, según los últimos datos del CIS.