Fue el fichaje estrella de Pedro Sánchez para las elecciones de 26 de junio y, después de la dimisión del secretario general, una de las abanderadas de su causa hasta que volvió a Ferraz. Desde hace unas semanas, alza la voz del PSOE en el Congreso, donde también se encarga de las relaciones con Podemos y Ciudadanos. Confía en alcanzar con ellos acuerdos para revertir las políticas del PP, pero advierte de que serán los socialistas los que llevarán la batuta, porque no van a estar "subordinados" a nadie, y defiende la política "callada y discreta", en lugar del "espectáculo"
Casi un mes después de asumir la Portavocía del Grupo Socialista. ¿Qué ha sido más complicado, lidiar con el resto de grupos parlamentarios o con un grupo dividido?
No he tenido que lidiar con nadie. La verdad es que estamos haciendo un trabajo bueno, en el grupo parlamentario hay una buena relación personal, tenemos una idea de trabajo en equipo y, desde luego, mi experiencia personal está siendo muy, muy positiva. Todo el mundo quiere colaborar, todo el mundo quiere trabajar, porque al final hay una cosa que nos une y es que el proyecto del PSOE salga adelante y sea el próximo gobierno en este país, porque entendemos que es la verdadera alternativa de gobierno desde la izquierda. Y en eso estamos todos, no hay ningún tipo de fisuras.
Cuando hace un año fue elegida diputada, ¿imaginaba en algún momento que acabaría siendo la portavoz del grupo?
Yo nunca me planteé lo que pasó después. Lo que me planteaba en ese momento era que el PSOE ganara las elecciones porque pensaba entonces, y sigo pensando, que es el partido que puede dar mejor respuesta a los problemas de la gente. Hace un año, cuando yo me apunté a este proyecto fue porque entendía que el proyecto socialista hubiera sido la mejor respuesta para los ciudadanos de este país y ahora creo que estamos todos trabajando en el PSOE y en el Grupo Parlamentario Socialista para que en las próximas elecciones se materialice, que se lleve a la práctica el programa del PSOE y una alternativa de Gobierno pendiente de los problemas de los ciudadanos de verdad.
¿Le está costando adoptar un tono duro contra el Gobierno? En la sesión de control del pasado miércoles se pudo entender así.
No, yo creo que la política nunca puede ser escenificación. La política tiene que ser lo que uno piensa y lo que uno cree. No me gusta la política espectáculo. Y no tuve tono ni duro ni blando, planteé un tema muy importante, que es que el presidente del Gobierno está pasando por completo del Parlamento, cuando no tiene en cuenta las reprobaciones de los ministros y también cuando está paralizando iniciativas legislativas por la vía de vetarlas, diciendo que supone un incremento de gasto presupuestario cuando no es verdad, y con eso está tratando de suplir la carencia de mayoría absoluta.
En mi opinión, este Gobierno en este momento tiene un único objetivo, sacar los presupuestos y se está olvidando por completo de la problemática diaria que afecta a los ciudadanos de este país. Y ahí va a estar el Grupo Parlamentario Socialista, recordándole que hay mucha gente que no llega a fin de mes, que hay muchos pensionistas preocupados y que hay muchos parados de larga duración.
Se ha hablado mucho de que usted no es militante y que el precedente similar, el exministro José Antonio Alonso, también procedente de la Judicatura, se afilió para ser portavoz. ¿Se lo está planteando?
No sé por qué me hacen a mí esa pregunta, por ejemplo, y no se la preguntan a Ángel Gabilondo, que tampoco es militante, o no se la preguntaban en su momento a Teresa Fernández de la Vega, o desde el PP, al señor Zoido. Hay muchos jueces en este momento que están en la política y me sorprende que sólo me lo pregunten a mí. Yo tengo una plena coincidencia con el programa y el proyecto del PSOE en este momento y es en lo que estoy trabajando.
Esa apreciación la hicieron desde el Grupo Socialista, en la primera reunión con usted como portavoz.
Creo que fue una opinión personal, pero muy minoritaria. Estamos dentro del Grupo Parlamentario Socialista trabajando codo con codo todos y desde luego en este grupo no sobra nadie y todos, sin excepción, somos indispensables y vamos a trabajar en igualdad de condiciones.
¿Ésa es su receta para cohesionar al grupo?
Es que hay que contar con todo el mundo, porque el proyecto del Grupo Socialista tiene que sumar y no sobra nadie, al contrario, vamos a trabajar todos y vamos a hacerlo porque tenemos un objetivo: resolver los problemas de los ciudadanos y que el PSOE llegue al Gobierno en la próxima legislatura.
No va a haber ningún cambio más en el Grupo. Se han hecho los mínimamente indispensables y está todo el mundo donde tiene que estar".
¿Habrá más cambios en las portavocías y los órganos en el Congreso?
No, no va a haber ningún cambio. Se han hecho los cambios mínimamente indispensables para hacer determinados ajustes y está todo el mundo donde tiene que estar porque yo creo que, con independencia del proceso interno que hubo de primarias, desde la perspectiva del Grupo Parlamentario Socialista todos los diputados han trabajado, y han trabajado muy bien, en este periodo de tiempo.
¿Cree que en esta 'guerra' interna de los últimos meses se puede haber sido injusto con algunas personas? Estos días ha sido muy alabado un discurso de presidente de Asturias. ¿Cree que hay referentes a los que habría que recuperar?
Yo lo único que creo es que hay que mirar siempre al presente y al futuro. En la vida interna del partido no voy a entrar, porque en la medida que no soy militante no me corresponde a mí opinar, pero lo que sí pienso que es bueno es mirar siempre al momento actual y al futuro, y al pasado, para aprender de los errores. Lo que pasó en estos últimos meses, todos hemos llegado a la conclusión de que no fue bueno y de eso, que no fue bueno, vamos a aprender para que no se vuelva a reproducir.
¿Teme que una vez se resuelvan los procesos internos en los congresos regionales se recrudezca la división en el grupo?
Si me pregunta desde el punto de vista del PSOE, yo lo que diré es que la militancia se ha pronunciado clarísimamente. No ha dado lugar a ninguna duda y lo importante en este momento es que el PSOE tiene que estar muy cercano a la militancia y la militancia ya ha hablado.
De sus primeros contactos con los portavoces de Podemos y Ciudadanos, ¿cuál es su sensación? ¿Con quién será más fácil pactar?
Hay una cosa que me interesa mucho remarcar: el PSOE tiene su propio proyecto, el PSOE quiere que haya el mayor consenso posible, sobre todo de cara a reformar las leyes que perjudican más a los ciudadanos, pero tiene su propio proyecto, su programa con los ciudadanos, y quien quiera trabajar con ese programa del PSOE, nos va a encontrar abiertos, pero no vamos a condicionar ninguno de los puntos del proyecto del PSOE a estrategias partidistas.
A mí hay una cosa que no me gusta dentro del ámbito de la política que es condicionar estrategias internas de los partidos a cuestiones de resultados dentro de las dinámicas partidistas. Hay que tener una visión mucho más amplia y eso exige pensar qué nos piden los ciudadanos en este momento. Y el PSOE lo que está haciendo, este nuevo PSOE, este nuevo equipo de gobierno, es priorizar aquello que los ciudadanos quieren. Y para dar respuesta a lo que los ciudadanos quieren, nosotros vamos a hablar con todo el mundo, pero la iniciativa la vamos a llevar siempre nosotros.
Pero, a partir del lunes, con la reunión que encabezarán Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, ¿arranca de verdad un nuevo camino con Podemos? ¿Se concretará en iniciativas antes o después del verano?
No nos gusta trabajar en este momento en el Grupo Parlamentario Socialista con un calendario determinado. Nosotros el escenario que hacemos son mesas de diálogo, mesas por el cambio, y lo queremos hacer con mucho rigor, pero al mismo tiempo sin ningún tipo de prisa.
Pero Podemos precisamente se había quejado de que las negociaciones no avanzaban.
Podemos tiene su propio calendario, tiene su propia hoja de ruta, su propio proyecto, y el PSOE tiene su hoja de ruta y su proyecto. En todo lo que sea bueno para crear mayorías que sirvan para cambiar este país, se trabajará con Podemos, pero el PSOE tiene un proyecto autónomo y es un proyecto que entendemos que es el verdadero programa de gobierno para la izquierda de este país.
Y Podemos lo que tiene que hacer es seguir adelante con sus políticas. Cuando haya puntos en los que tengamos que trabajar conjuntamente, trabajaremos, pero sin prisas, y sin pausas al mismo tiempo. Cuando Podemos se impacientaba, por ejemplo, porque no hay reuniones, yo le hubiera preguntado por qué este miércoles no quiso firmar esa declaración institucional sobre el naufragio en el Mar de Alborán. El que 49 personas hayan muerto y no hayamos sido capaces, en el Congreso de los Diputados, de firmar una declaración institucional en apoyo y poniendo de relieve los problemas de la inmigración, nos parece muy grave.
Que ninguna fuerza política piense que le va a marcar la agenda al PSOE, porque el PSOE tiene su propia agenda".
Y ahí yo tengo que decir que Podemos, en mi opinión, y lo digo con todo el respeto, no ha estado a la altura de las circunstancias porque quizás ha tenido más en cuenta otras claves partidistas. En todo caso, la voluntad que hay es de trabajar con todas las fuerzas políticas que permitan hacer cambios que mejoren la vida de los ciudadanos, pero nadie, que ninguna fuerza política piense que le va a marcar la agenda al PSOE. Porque el PSOE tiene su propia agenda.
¿Les ha puesto en alerta la negativa de Podemos a pactar esa resolución?
A mí me ha sorprendido tremendamente. Yo creo que lo que ha pasado estos días en el Congreso de los Diputados, que no se haya sido capaz de firmar una declaración institucional en temas como el de Miguel Angel Blanco o la tragedia del Mar de Alborán, nos tiene que hacer reflexionar a todos. Pero en concreta, ésta, que era una iniciativa del PSOE porque nos parecía que no podemos mirar para otro lado ante el drama humano de 49 personas fallecidas, a mí personalmente me ha sorprendido que Podemos no haya hecho el más mínimo esfuerzo para firmar esta declaración institucional.
Nos está ocurriendo una cosa en la política, nos estamos deshumanizando, estamos hablando mucho, y me parece bien que hablemos, del artículo 155, de grandes temas, pero nos olvidamos de la cotidianidad de lo que está pasando alrededor. Por eso para el PSOE los problemas de las personas, en los temas humanos, de jóvenes pensionistas, mujeres maltratadas, parados, son tan importantes.
Ustedes quieren mantener su agenda propia, pero, en aras del acuerdo, ¿están dispuestos a que Podemos tenga la iniciativa en otros temas?
Nosotros queremos pactar con todo el mundo que quiera hacer reformas que mejoren la vida de los ciudadanos. Tenemos unas prioridades muy claras en empleo juvenil, pensiones, dependencia, y evidentemente sabemos que en este diseño parlamentario, en el que hay las mayorías que hay, para conseguir cambios legislativos hay que pactar, sin ninguna duda, para crear mayorías alternativas.
Queremos crear esas mayorías alternativas en beneficio de los ciudadanos, porque evidentemente con 84 votos no se pueden hacer cambios. Y, por lo tanto, vamos a trabajar siempre en buscar alternativas, pero siempre teniendo en cuenta que nosotros no vamos a remolque de nadie, que vamos a trabajar con todo el mundo que quiera trabajar para hacer políticas de cambio sin ir nunca, ni a remolque ni subordinados a nadie, porque entendemos que la verdadera alternativa de gobierno de la izquierda en este país la representa el proyecto del PSOE.
Después de todo lo ocurrido en 2016, ¿en qué se sustentan las esperanzas de alcanzar una mayoría alternativa con Podemos y Ciudadanos, más allá de acuerdos en asuntos muy puntuales?
Pues porque espero que los partidos miren algo más que a las cuestiones puramente internas, de estrategias electorales internas. Tenemos que poner en el foco los problemas de los ciudadanos y los problemas de regeneración democrática. Y es evidente que ahí no puede haber cálculos internos de partidos políticos, porque entonces los ciudadanos lo que van a hacer es rechazar la política con carácter general.
Yo no concibo un diseño de la política en el que lo prioritario son cuestiones internas de los partidos, o cábalas electorales, o cábalas de imagen. Únicamente concibo la política como dar respuesta a aquello que los ciudadanos necesitan y en eso todos tenemos que hacer un esfuerzo de aparcar planteamientos internos o planteamientos de a ver quién se lleva este titular. Muchas veces la política tiene que ser callada, discreta y no efectista.
Además de con los 'nuevos' partidos, ¿han tenido algún contacto ya con el PP?
Yo me he reunido con el portavoz del PP, con Rafa Hernando, para ver cuáles son las cuestiones de índole parlamentaria que en este momento están en trámite. Por un lado, entendemos que está habiendo un bloqueo por parte del Gobierno a iniciativas legislativas y luego hay otra serie de iniciativas en trámite, que son para las que nos hemos puesto en contacto con el Grupo Parlamentario Popular, para que se tramiten a la mayor celeridad.
Incluso el grupo socialista ha presentado una proposición de ley de reforma del reglamento del congreso para que una vez que el Pleno del Congreso haya decidido que una ley se tramita, que luego no duerma el sueño de los justos mediante la petición de prórroga para los plazos de enmiendas.
Nosotros no venimos a hacer ruido, a hacer una política efectista, sino que a trabajar con rigor, con seriedad y con vocación de Estado".
Pero, además, nosotros queremos hacer una oposición de Estado, porque somos un partido de Estado con vocación de gobierno y, por tanto, en las políticas de Estado el PP siempre nos va a encontrar a su lado: en materia de lucha antiterrorista o en contra del referéndum ilegal en Cataluña. Nosotros no venimos a hacer ruido, a hacer una política efectista, sino que venimos a trabajar con rigor, con seriedad y con esa vocación de Estado.
Sin ir más lejos, en la última sesión del Parlamento, a pesar de que no nos gusta nada esta dinámica del decreto ley con la que está gobernando el PP, hemos votado a favor de la convalidación de tres decretos leyes, en temas como el canon digital o la oferta de empleo público o como el tema de las cooperativas de crédito. Cuando hemos entendido que hay cuestiones que redundan en beneficio de los ciudadanos, ahí está el PSOE y para eso hemos votado con el Gobierno.
¿En qué otros temas están dispuestos a pactar con el PP?
Todas las cuestiones que supongan mejorar la vida de los ciudadanas, ahí nosotros queremos pactar con todo el mundo. Pero yo tengo la duda de si, en estas políticas de progreso que el PSOE representa, el PP va a querer pactar o no. En este momento, por ejemplo, la subcomisión del pacto contra la violencia de género está pactando un texto y evidentemente vamos a esperar que haya el mayor consenso posible. Eso sí, que no sea un pacto que quede en letra muerta y en titulares.
¿Pedro Sánchez ha hecho un giro hacia la moderación con su larga conversación y su voluntad de acuerdo con Rajoy, después de una campaña de primarias que basculó sobre sus durísimas críticas al PP y a la abstención?
No es un problema de moderación, es un problema de que el PSOE es un partido de Estado y es un partido de Estado que va a estar con el Gobierno en los temas que sean de Estado y va a estar oponiéndose frontalmente en todo aquello que suponga recortes en detrimento de los ciudadanos.
Por eso, en un mismo Pleno, hemos convalidado tres decretos leyes y, sin embargo, hemos votado en contra de los objetivos de estabilidad presupuestaria, porque entendemos que se han cambiando de una forma atropellada, con muchísima opacidad, y lo que está haciendo es generar un recorte de gasto social, tanto para las comunidades autónomas como para los ayuntamientos, que no pueden utilizar el superávit.
Tras su reunión con el PSC, Pedro Sánchez se ha mostrado dispuesto a abrir la reforma de la Constitución sin el PP. ¿Es posible hacerlo y que avance con éxito?
Lo que se ha planteado en la reunión del PSOE y el PSC es que la reforma de la Constitución es un objetivo a llegar, pero que evidentemente somos conscientes de que hay que trabajar para que en ese camino de reforma todas las fuerzas parlamentarias democráticas puedan participar. Por tanto, el PSOE ha dicho siempre que apuesta por el diálogo, el diálogo sin exclusiones, y entendemos que ese diálogo sin exclusiones sería bueno que culminara en esa reforma constitucional. Pero el diálogo, insisto, tiene que ser siempre sin exclusiones y, por tanto, nosotros no ponemos pega ni obstáculo a ningún partido político.
¿Piensan que el PP puede negarse a abrir la reforma pero, después, pueden presionarle a sentarse a la mesa?
No queremos llegar a escenarios en el que, de alguna manera, las fuerzas políticas entiendan que hay algún tipo de presión. Entendemos que hay un problema político en Cataluña, un problema serio, y frente a un independentismo que lo que está haciendo es cargarse cualquier tipo de derechos prescindiendo de los pilares básicos de ese Estado de derecho, nos encontramos con un PP que está anclado en el inmovilismo.
No es razonable ni normal que el 1 de octubre se vaya a reproducir una situación idéntica a la que se produjo el 9 de noviembre, porque al final la obligación de un Gobierno es dar soluciones. Por lo tanto, nosotros entendemos que, ante una situación como ésta, no basta simplemente con ponerse de perfil, y hay que trabajar todos para intentar, primero, evitar que ocurra el referéndum del 1 de octubre, pero luego sobre todo, hacer un planteamiento mucho más largo, de futuro, ante una realidad política que es la realidad de Cataluña.
Con la aprobación del techo de gasto, Rajoy coge aire para dos años. ¿Cree que esta legislatura irá más allá?
Si en la legislatura lo que pretende el señor Rajoy es no hacer nada, que es la impresión que tenemos y ya lo dijo él en el Pleno cuando, a preguntas nuestras, dijo que la reprobación de los ministros le da exactamente igual, que no iba a hacer nada, yo creo que los ciudadanos luego pasarán factura en las próximas elecciones. Mientras tanto, el PSOE va a seguir presentando iniciativas y teniendo el liderazgo que nosotros entendemos que nos corresponde para dar alternativas de Gobierno desde posiciones claramente socialdemócratas.
Parece que sus decisiones de orillar a los ministros reprobados, y las propias reprobaciones, no tienen ningún efecto. ¿Continuarán por ese camino? ¿Ignorando a los reprobados y reprobando a quienes cuestionan, pese a sus nulos efectos?
Es que cuando el Tribunal Constitucional dice algo tan grave, y por unanimidad, como que una amnistía fiscal no ya solamente es que sea inconstitucional, sino que con ello se está ayudando a los defraudadores y se está incumpliendo la obligación del Estado de que haya políticas tributarias de igualdad, lo que resulta absolutamente incomprensible es que el presidente del Gobierno, ya no solo se ponga de perfil ante lo que le dice el Congreso de los Diputados, sino que haga caso omiso a lo que le dice el Tribunal Constitucional.
Y a mí eso me parece muy grave. Porque lo que no podemos hacer es que el Tribunal Constitucional cuando viene bien para determinadas políticas del Gobierno, entonces estemos todo el día llamando a la puerta del Tribunal Constitucional y cuando es tan absolutamente claro, contundente y pone de relieve ese mal hacer de la política del Gobierno, entonces en ese caso no hagamos caso del Tribunal Constitucional.
Yo creo que el señor Rajoy tendría que explicar qué es lo que está haciendo y por qué está haciendo poco caso, o ninguno, a la representación de la soberanía nacional, que radica aquí, le guste a él o no le guste a él, en el Congreso. Él será el presidente del Gobierno, pero la soberanía nacional está aquí en el Congreso de los Diputados y en el Senado.