Política

Rajoy se asoma al abismo: si el PNV no apoya los presupuestos habrá elecciones en 2018

Los acontecimientos en Cataluña están desestabilizando también el País Vasco, hasta el punto de que el Gobierno ha tenido que retrasar una semana la aprobación del proyecto de ley para ganar tiempo.

  • El lehendakari Íñigo Urkullu y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy

Hasta hace unas semanas la relación del PNV con el Gobierno era idílica, y la personal de Mariano Rajoy con el lendakari, Iñigo Urkullu, "inmejorable", en palabras de un alto cargo del PP. Pero la situación con Cataluña amenaza con desestabilizarlo todo, incluido el apoyo imprescindible de los cinco diputados peneuvistas a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado 2018.

Sin ese respaldo, no habrá cuentas públicas y muy probablemente el presidente del Gobierno se vería abocado a convocar elecciones el año próximo, previa prórroga de las de 2017 aprobadas en junio pasado. Un escenario que algunos dirigentes populares ya no se atreven a descartar y la realidad es que tampoco lo temen porque consideran que la "firmeza" en la defensa del Estado de Derecho contra el referéndum ilegal tendría premio para el PP en las urnas. 

Hipótesis remota aunque, de momento, el Consejo de Ministros ha tenido que aplazar hasta el viernes 29 la aprobación del proyecto de ley para ganar tiempo. Lo ha enmascarado en la idea de que necesita hablar más con "todos los partidos y agentes sociales".

El PP vasco 'aprieta' al PNV amenazándole con retirar su apoyo parlamentario al Gobierno Vasco si deja tirado a Rajoy con las cuentas públicas

Pero lo cierto es que el PNV sigue sin dar su brazo a torcer y el viernes el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, dio un toque de atención a Urkullu: evite "embarcarse en aventuras como la que está ocurriendo en Cataluña" o como el llamado Plan Ibarretxe si quiere preservar el "clima de colaboración" con los populares. Y es que de sus 9 diputados en el Parlamento de Vitoria depende la estabilidad del Gobierno Vasco.

El ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, intentó tras el Consejo de Ministros, también anteayer, restar importancia al roce. "No hay escollos con el PNV", aseguró alegando que es "injusto" dejar la responsabilidad de los PGE sólo en esa formación.

De hecho, recordó que para aprobar las cuentas del 2017 el PP necesitó el apoyo de hasta ocho grupos parlamentarios. "Se trata de una negociación difícil y lo que me consta es que el ministro de Hacienda necesita más tiempo para llegar a un acuerdo", zanjó.

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