La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha sido incapaz de sacar adelante todavía el plan de rescate a la hostelería que anunció a bombo y platillo el 28 de octubre. El sector da por perdidas las nuevas ayudas para este año. El Gobierno no ha logrado consensuar un documento, a pesar de las comunidades autónomas y los ayuntamientos han aprobado sus propias medidas en los últimos meses.
El punto de fricción, según ha sabido Vozpópuli, son las ayudas directas. Los planes de países como Alemania o Francia han incluido la indemnización a estos negocios y otros pequeños comercios, con una cantidad equivalente a aproximadamente el 75% de sus ingresos en 2019, tras los cierres decretados para esta segunda ola del coronavirus en Europa.
El temor del Gobierno y de los sindicatos es que este dinero se use para financiar despidos. Y se resisten a poner encima de la mesa esta medida. Todas las soluciones, dicen, pasan por propuestas de alivio fiscal que la mayoría de comunidades ya ha puesto en marcha.
El Ministerio de Industria ha declinado responder a las preguntas de este diario sobre los motivos del retraso y los pormenores del plan que Maroto prometió hace un mes y medio.
Problemas con el turismo
Fuentes consultadas por este diario lamentan el escaso empuje político de Maroto para sacar adelante un plan específico para la hostelería. Y comparan la situación con la que vive el sector turístico, que también está bajo sus competencias. Maroto presentó un Plan de Modernización y Competitividad del sector turístico con una inversión pública de 3.400 millones de euros en los próximos tres años.
Pero, de nuevo, se lamenta la falta de concreción de Maroto. El problema, dicen estas fuentes, es que España no va a volver a tener 80 millones de turistas (cifras pre-pandemia) el año que viene, ni probablemente el siguiente, por mucha vacuna que haya.
"Se trabaja como si en 2021 fuéramos a tener otra vez decenas de millones de turistas, y probablemente no va a ocurrir", explican estas fuentes. "No hay cálculos realistas, ni una hoja de ruta clara".
Más de un mes de espera
Con todo, y más de un mes después desde que el Gobierno anunciara un plan de ayudas del que todavía no se sabe absolutamente nada, el sector de la hostelería ya reconoce en conversaciones privadas que no esperan que el paquete se concrete antes de que acabe el año.
De hecho, temen que el Ejecutivo "deje caer" a los establecimientos que se encuentran en peores condiciones para dar la mano, luego sí, a los que hayan resistido el embiste de estos meses. Una "limpieza sectorial", apuntan fuentes del sector, que evidenciaría que el Gobierno cree que el de la hostelería "no es un sector que aporte valor".
Por el momento, los hosteleros cuentan con el salvavidas que ya han puesto en marcha las comunidades autónomas (con ayudas directas) y las entidades locales (con exenciones en el pago de impuestos, permisos para terrazas, etc.), pero consideran que no es suficiente. Las ayudas del Gobierno serían un complemento indispensable para poder coger aire en un momento en el que varias comunidades llevan también varias semanas con los locales cerrados a cal y canto.
La hostelería pide 8.500 millones
De hecho, las peticiones de la patronal Hostelería de España pasan por solicitar al ministerio de Maroto ayudas directas al sector por valor de 8.500 millones de euros. Con esta cifra, insisten, el desplome sería menor del que prevén y "se podría prevenir un impacto muy considerable en las arcas públicas" en términos de reducción de recaudación de IVA, IRPF, Impuestos Especiales, Impuesto de Sociedades y cotizaciones a la seguridad social.
"La inacción del gobierno y sus promesas incumplidas podría suponer el cierre de un tercio de los establecimientos hosteleros, hasta 100.000, y la pérdida de entre 900.000 y 1,1 millones de puestos de trabajo, entre directos e indirectos", reclama la patronal poniendo sobre la mesa el peor de los escenarios.
"No somos partícipes, no tenemos fechas y llevan dos meses dándonos largas, diciendo que las ayudas están cercanas", insisten los representantes de los hosteleros. A punto de cerrar el año, siguen sin noticias.
