Los socialistas no ocultan su "enorme preocupación" ante lo que está ocurriendo en Cataluña y lo que está por venir. Con una tensión creciente en las calles, y discursos encendidos, no descartan ningún escenario el domingo ni los días posteriores. Tienen claro que no habrá nada que se parezca a un referéndum, pero, a partir de ahí, no ven descabellado pensar que, ocurra lo que ocurra el domingo, los independentistas continúen su desafío hasta la declaración unilateral de independencia.
Aunque en los últimos días se haya intentado poner el acento en el diálogo, los socialistas son muy conscientes de que no hay manera de que la política se abra paso antes del 1-O. Ahora, lo que hay es un pulso independentista y el esfuerzo del Estado para pararlo.
Y así continuará hasta el 1 de octubre. Algunas fuentes socialistas apuntan que ese día se tratará de impedir que se celebre el referéndum para que no se acerque siquiera a lo que hubo el 9N, en 2014. Se habla de colegios precintados y evitar que la Generalitat coloque las urnas.
Esto llevaría al fracaso a ese referéndum ilegítimo pero los socialistas están preocupados por la reacción en las calles, donde ya se ha visto que cada vez hay más movilización. Esta tensión, con el temor a que estalle en cualquier momento, es uno de los factores de mayor inquietud ahora para el PSOE y el PSC.
Pero, a partir de aquí, el escenario no se antoja más sencillo. Una vez fracasado el referéndum, como creen, con o sin urnas y papeletas, en el PSOE y en el PSC coinciden en no descartar que el siguiente paso sea una declaración unilateral de independencia.
¿Declaración el 6 de octubre?
Es más, en Ferraz algunas fuentes apuntan al próximo 6 de octubre, fecha en la que el presidente de la Generalitat, Lluís Companys proclamó el Estado catalán en 1934, durante la Segunda República. Por esta declaración, Companys fue juzgado y condenado, aunque después fue amnistiado, y murió ejecutado en 1940, tras ser capturado en el exilio.
Según estas fuentes, los independentistas podrían mantener activa la movilización hasta esa fecha y forzar una declaración de independencia en el Parlament, aprovechando esa fecha, que tiene una significación especial para el nacionalismo catalán, y así intentar "cerrar un círculo en la historia".
Después de lo vivido este mes en el Parlamento catalán y la falta de respeto total a las leyes para seguir adelante con sus planes, a los socialistas no les cabe duda de que el bloque independentista está dispuesto a seguir adelante incluso hasta esa declaración.
Mientras tanto, los socialistas tratarán de insistir en que sólo la política puede devolver la cordura a la situación y ponen todas sus esperanzas en el post 1-O. Hasta entonces, creen, sólo queda mantener la calma y la unidad. Con el Gobierno y en el partido, en medio de las presiones que les llegan desde Podemos y Ciudadanos.
Pedro Sánchez quiere que el cierre filas y evitar fisuras en su discurso, después de las tensiones de la semana pasada
Precisamente, después de volver a Cataluña el pasado sábado, el secretario general ha querido arrancar la semana con un cierre de filas. Ayer citó a más de cuarenta alcaldes socialistas en Ferraz donde, junto al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, se aprobó una declaración para apoyar a los regidores y concejales socialistas catalanes.
Y este martes, Sánchez acudirá al Senado para dirigirse a todo su Grupo Parlamentario, en la Cámara Alta, el Congreso y el Parlamento europeo. Después de las tensiones de la semana pasada, a cuenta de la iniciativa del partido de Albert Rivera, Ferraz no quiere que haya ninguna fisura en su respuesta a la crisis.
De hecho, ayer envió una instrucción interna a todo el partido para pedirles que no respalden esta propuesta que el partido naranja está llevando ahora a los parlamentos autonómicos.