Podemos hace oídos sordos a la negativa del PSOE de sumarse a una mayoría alternativa para desalojar a Mariano Rajoy de La Moncloa. La formación morada no ceja en su empeño y sostiene que la prioridad número uno a partir del 2 de octubre para dar salida al conflicto independentista será conseguir los apoyos suficientes para impulsar una nueva moción de censura contra el jefe del Ejecutivo en el Congreso.
"Tenemos claro que el primer paso para que pueda resolverse la cuestión catalana, con un referéndum con garantías, es echar a Rajoy del Gobierno. Con un partido como el PP es imposible una solución democrática y pactada", sostenía este lunes su secretario de Organización, Pablo Echenique, tras la reunión de Consejo de Coordinación de Podemos.
"No podemos tener en nuestro país, a este señor en Moncloa hasta 2020 porque estará bloqueando toda posibilidad de recuperar derechos y de dar una solución democrática para Cataluña", insistía el número tres del partido. Lo hacía minutos después de que Ferraz reclamase a la formación morada que dejase de "enredar" y de "alimentar confrontaciones".
Precisamente, la Declaración de Zaragoza -el manifiesto firmado tras la asamblea de alcaldes y parlamentarios celebrada este domingo en la capital aragonesa- apuntaba en este sentido. Es prioritario facilitar el diálogo entre el Gobierno del Estado y la Generalitat de Cataluña para buscar soluciones democráticas al conflicto independentista que conduzcan a una consulta pactada y con garantías.
En Podemos son conscientes de que el secretario general de los socialistas no cambiará de parecer de ninguna manera antes del 1 de octubre. Pero confían en que después de la fecha fijada para celebrar el referéndum ilegal, Pedro Sánchez se abra a explorar nuevas vías. "En estos momentos, lamentablemente el PSOE está muy cerca del PP. Esperemos que esto pueda cambiar y esperemos que después del 1-O lo tengan un poco más fácil para seguir avanzando en esta dirección", confesaba Echenique tras la reunión del la ejecutiva del partido.
El problema es que Podemos se encuentra con varios obstáculos en sus pretensiones para desbancar a Rajoy del Gobierno. Primero, los socialistas no están dispuestos a reconocer el denominado 'derecho a decir' que defiende la formación morada. Y segundo, los independentistas de ERC, que acudieron al cónclave de Zaragoza como observadores, no rubricaron la declaración final en la que se apelaba al pacto y al diálogo.