La presidenta del Congreso, Ana Pastor, lanzó este mediodía en sesión solemne conjunta de la Cámara Baja y el Senado, en presencia de los Reyes y de Don Juan Carlos y Doña Sofía, los monarcas eméritos, un mensaje de que la reforma de la Constitución de 1978, de la que hoy se cumplen 40 años de su aprobación en referéndum, es reformable pero solo "por los defectos que pueda tener, no alegando su antiguedad".
"En todos estos años, la Constitución ha sido el marco en el que se ha desarrollado nuestra convivencia, con su aplicación cotidiana por todas las instituciones y su interpretación por el Tribunal Constitucional. Nunca ha sido un candado. Como toda obra humana, es perfectible y admite reformas. Ya ha tenido algunas".
Parafraseando a uno de los padres de la Carta Magna, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, presente en el Hemiciclo, Pastor ha señalado que "La Constitución puede y debe ser reformada si la reforma es concreta, es decir, si se sabe qué se quiere reformar y para qué se quiere reformar, y no reformar en abstracto, que equivale a no reformar".
La reforma de la Carta Magna nunca debe hacerse "con menor consenso" que el alcanzado en 1978, ha dicho la presidenta del Congreso en el 40 aniversario del referéndum de 1978
En una jornada marcada por la incertidumbre sobre cuál iba a ser la actitud de los independentistas -no han acudido al acto- y Unidos Podemos -Iglesias ha evitado saludar al Rey-, la presidenta del Congreso ha señalado, en palabras de otro de los padres presentes, Miquel Roca, que "la Constitución tiene margen para muchas cosas, pero al margen de la Constitución no cabe nada".
No se puede modificar con menos acuerdo del que la creó, ha recalcado Ana Pastor."El futuro está en nuestras manos, en la de todos. Y debemos construirlo cuidando lo que tenemos; sin retroceder".
