Fernando Maíllo, con humildad castellana, se autodefinió, tanto a él como a sus compañeros llegados a Génova en verano de 2015, como unos 'pipiolos' que "llevamos en esto apenas un año". Ninguno de los cuatro vicesecretarios generales, Andrea Levy, Javier Maroto, Pablo Casado o el propio Maíllo, han encontrado hueco en el nuevo Ejecutivo. "Nunca estuvimos en las quinielas", contentó. Sólo Jorge Moragas tuvo la puerta abierta a dar el salto al Ejecutivo, pero optó por renunciar. La oferta de Rajoy no cuadraba con sus planes. Ahora va a centrarse en la organización del Congreso.
El responsable de Organización del PP aprovechó el Comité de Dirección del lunes para enviar un mensaje directo a Dolores Cospedal, quien no había disimulado su intención de continuar al frente del PP tras el Congreso Nacional previsto para febrero en Madrid.
Los 'pipiolos', por boca de Maíllo, y con Casado en primera fila, quisieron poner las cosas claras. Es prematuro hablar de nombres o de cargos, puesto que el Congreso aún no se ha convocado, lo que ocurrirá el próximo lunes día 14. "El Congreso se centrará en los contenidos, no en los liderazgos", señaló Maíllo. En la misma línea, Alfonso Alonso, jefe de filas del PP vasco, apuntó que "sobre ese asunto de la secretaría general, ya veremos". Alonso, miembro del equipo de Sáenz de Santamaría, aspiraba a sustituir a la vicepresidenta en el puerto de portavoz del Gobierno. El titular de Educación y Cultura se hizo con el sillón de la discordia.
Una reclamación inoportuna
La secretaria general ha pecado de imprudente, piensan en sectores del PP. "No tiene sentido que hable de su continuidad al frente del PP en la toma de posesión como ministra de Defensa", señalan. "Esto evidencia nervios", añaden. Transmite imagen de ansiedad.
El PP se encuentra en uno de los momentos más apacibles después de un año de tormentas. Rajoy ha logrado ser investido de nuevo. El barómetro del CIS anuncia un horizonte de éxito en el inmediato futuro en el caso de que el PP pretenda boicotear la gestión del actual Gobierno. A nadie, salvo a Rajoy, le vendrían bien unas elecciones el año que viene.
En este clima de meridiana tranquilidad, abrir el debate sobre el liderazgo del PP se antoja inconveniente, según estas fuentes. Los "pipiolos" de Génova no han esperado ni 48 horas para poner a Cospedal en su sitio: "Oficialmente no hay ni candidato a la presencia. No hay aún ni listas ni nombres", apuntó Maíllo, uno de los nombres que más circulan a al ahora de conformar la futura estructura de Génova.
"Pasará lo que tenga que pasar", subrayó el vicesecretario del PP. La organización del Congreso Nacional se pone ahora en marcha con vistas a incorporar los proyectos de renovación largamente aplazados. 'Un militante, un voto', participación directa de las bases, limitación de mandatos, regeneración... son algunos de los planteamientos aprobados en la Convención política del partido, celebrada en julio de 2015. Las tribulaciones políticas de este largo año en blanco han pospuesto toda iniciativa en esta dirección. Cabe ahora pensar que el Congreso de febrero aprobará nuevos estatutos que desbloqueen esta situación de anquilosamiento. "Cuando van las cosas bien, es el momento de impulsar algunas reformas", comentan estas fuentes.
