La alarma saltó a primera hora de la mañana. El diario ABC publicó el lunes un vídeo de una entrevista a Irene Montero para la televisión vasca ETiB en la que, entre otras cosas, la ministra de Igualdad asumía que el miedo al coronavirus había afectado a la participación a la marcha del 8-M y, por otro lado, que otros gobiernos estaban actuando con más contundencia que el español.
En medio de una investigación judicial sobre dicha manifestación, el equipo de Podemos tardó más de cinco horas en actuar. Su estrategia consiste ahora en crear un escudo que proteja a Montero y convierta a Fernando Simón, al mando del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, en el blanco fácil de los investigadores. Y, a la vez, advertir internamente de que si se sospecha de Montero también afectará a otros ministros socialistas.
El equipo de Iglesias empezó a reaccionar casi a las 13 horas de la mañana de ayer, en un lapso de tiempo que revela ciertas dificultades. Pablo Echenique, el portavoz parlamentario de Podemos, desveló la intención de la cúpula morada: desviar los focos hacia Simón para salvar a Montero. “Irene Montero dice una obviedad (que había alguna gente preocupada a principios de marzo) y que el Gobierno seguía, entonces y siempre, el consejo de los científicos”, comentó en Twitter.
Lo mismo añadió Iglesias por la tarde en OndaCero: “[Montero] dice que el gobierno tiene que hacer caso a los expertos y ser prudentes. Cosas que ya se sabían. El PP va a hacer todo lo que está en sus manos para que sigamos en una dinámica de escándalo permanente”. La periodista Julia Otero evitó repreguntar a Iglesias sobre el tema.
https://twitter.com/pnique/status/1267402924197642240?ref_src=twsrc%5Etfw
La verdad es que entre las filas moradas la filtración del audio de Montero, sacado de una previa de una entrevista del 9 de marzo, ha generado tensión. “Debilita a todo el Ejecutivo”, asumían tanto fuentes de Podemos como del Gobierno de Sánchez. Y queda la enorme duda sobre quién y por qué filtró el segmento de la entrevista.
En el cuartel morado se asumía desde la mañana la posible repercusión legal del asunto, aunque tras debatirlo a fondo, la conclusión de la cúpula es que, de acabar en los juzgados, el asunto afectará a otros ministros socialistas, e incluso a Pedro Sánchez, con quien Iglesias tiene una relación de relativa tranquilidad.
Irene Montero, solo "una más"
La juez Carmen Rodríguez-Medel está investigando al delegado del Gobierno José Manuel Franco (PSOE) por un posible delito en la autorización de la marcha del 8M (más de 120.000 personas, cuando en la capital ya había focos de coronavirus). En Podemos algunos aseguran que Montero acabará involucrada en el asunto: sea en calidad de testigo, a petición de la juez tras exigirlo las partes personadas en el caso, o posiblemente como imputada en el Tribunal Supremo.
Fuentes del ámbito jurídico confirman ambos escenarios. Aunque en el partido morado comentan que en esos días "todo el gobierno enviaba mensajes de calma". La "consigna" era "no alarmar" e Irene Montero era simplemente "una más".
Miembros de Podemos consultados por Vozpópuli reconocen que la grabación de Montero determina que “la gente era más consciente del riesgo del virus que el propio Gobierno”. Es una versión medida ante los comentarios que empiezan a circular en el Gobierno sobre que Montero presionó para que el Ejecutivo evitara lanzar advertencias sobre el peligro de contagio con el objetivo de no desalentar la participación. El PP ha solicitado a la Fiscalía que llame a la ministra a declarar como testigo.
?Hemos solicitado a la Fiscalía que llame a Irene Montero como testigo en las causas por el 8M porque no pusieron medidas por motivos políticos.
?Hemos pedido, también, su comparecencia en el Congreso tras su vídeo para que dé explicaciones.https://t.co/7mNs5vFAGx
— Partido Popular (@ppopular) June 1, 2020
Este diario publicó en exclusiva que miembros del colectivo organizador de la marcha dudaron sobre si anular el evento. El debate interno se topó con la petición de que solo sería admisible aplazarlo si el Gobierno decidía anular todos los eventos previstos para la misma fecha, como los partidos de fútbol de la Liga y el congreso de Vox. Finalmente, el Ejecutivo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias lo permitió todo.
Silencio sobre el peligro
Ahora, con el asunto judicial al rojo vivo, en Podemos buscan dirigir la opinión pública hacia Simón. Él era el responsable de la interpretación epidemiológica del asunto, y quien sin duda tendrá que declarar ante la juez Rodríguez-Medel y posiblemente en las otras querellas sobre la gestión del Ejecutivo. De momento, dos jueces han rechazado imputarle por la crisis del coronavirus.
No cabe duda de que Simón evitó horas antes de la celebración del evento alertar sobre el peligro de contagio. Los datos oficiales del ministerio de Sanidad sufrieron un apagón ese fin de semana, y el lunes 9 de marzo el Gobierno de Sánchez despertó empezando a hablar de medidas excepcionales. Y en Podemos creen que tanto Simón como otros ministros, más allá de Montero, pueden ser considerados responsables de lo ocurrido.
El "error" de Montero
La sensación general que se vive en el Ejecutivo es de sufrir casi cada semana una profunda sacudida. “Esto afecta a todos”, asumen fuentes de Podemos para hablar del audio de Montero, que sostienen que, una vez más, el Gobierno tiene dificultad a marcar la agenda política. Hasta ahora en Podemos creían que las polémicas alimentadas por el propio Iglesias lograban compactar el Ejecutivo contra la oposición (el PP y Vox). Pero ahora las sospechas sobre las filtraciones lo empañan todo.
“Si se demuestra que el gobierno lo consintió [la marcha del 8-M] por presiones internas, aquí hay un problema”, resumen fuentes internas del partido de Iglesias, que también recalcan el “error" de Montero de no haber sido cautelosa en esos días tan delicados, con ya centenares de afectados por la covid-19 y decenas de fallecidos. Esto es, tal vez, lo que más preocupa internamente. Para muchos Montero "no está a la altura". "El cargo político le viene grande", añaden otros. "Eres ministra a todas las horas o nunca", lamentan.