Unidas Podemos presiona para que el Gobierno de Pedro Sánchez aborde una reforma del Código Penal que incluya una reducción de la pena de sedición, y a la vez que ese delito no esté asociado a actos violentos y tumultuosos. El partido de Pablo Iglesias ha delegado en el diputado catalán Jaume Asens trabajar en esa posibilidad que esperan se concrete antes de la celebración de las elecciones autonómicas en Cataluña, previstas para el próximo mes de enero o febrero. La modificación del código penal tal y como lo pide Podemos facilitaría el regreso a España de Carles Puigdemont.
El expresidente de la Generalitat, que se fugó a Bélgica tras la celebración del referéndum ilegal del 1-O, podría gozar gracias a la modificación del Código Penal de varias facilidades a la hora de regresar. La propuesta de Podemos que según fuentes del partido morado se mantiene en este momento sobre la mesa del ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, prevé rebajar la pena de sedición de ocho a tres años de prisión. De esa manera, si Puigdemont decide volver a España, es posible que tenga que pasar un tiempo en prisión preventiva, pero a nivel judicial la retroactividad de la norma le favorecería.
Lo mismo ocurriría para los presos del procés. Desde Junqueras, pasando por los consejeros condenados en el pasado mes de octubre a penas de entre nueve y 13 años, la modificación del código penal les ayudaría a la hora de su puesta en libertad.
Negociación secreta
El partido de Junqueras, ERC, ya ha dado su visto bueno en varios encuentros con los delegados de Podemos en Madrid. Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra en el Congreso, es partidario de esta opción, y en privado con el propio Iglesias ha dado a entender que su partido está dispuesto a negociar el Presupuesto de 2021 también sobre esta base. ERC de momento duda. Sectores importantes del partido republicano se han abierto a abstenerse, aunque Rufián presiona para un voto a favor, tal y como desveló Vozpópuli.
Con respecto a la reforma del código penal, la intención de Podemos es cerrar el asunto antes de las elecciones autonómicas catalanas. El propio Gobierno de Sánchez quiere mover ficha, según avanzó el diario La Vanguardia. Desde varios sectores del Ejecutivo confirman esa intención, mientras que Podemos subraya su protagonismo en ella.
Asens trabaja en secreto a favor de ese plan desde hace semanas, si no meses. El diputado y abogado catalán, íntimo de Puigdemont, puesto que fue él quien le aconsejó salir de España después del 1-O, intenta tejer relaciones de colaboración y alianza con ERC y los abertzales de Bildu. La izquierda radical vasca ya ha anunciado a Iglesias su voluntad de acercamiento en el intenso debate presupuestario, como también desveló Vozpópuli. Ahora hace falta que mueva ficha ERC.
Consejo de Asens
Asens es partidario de la salida "soberanista" al "conflicto" que se vive en Cataluña. Miembro de los Comunes, el brazo político de Podemos en esa región, Asens está protegido por la prensa y los sectores separatistas. Es favorable a un referéndum sobre la independencia, que también apoya Iglesias, aunque los círculos más próximos al líder morado creen que las maniobras de Podemos en ese ámbito son un farol.
Sea como fuere, con la salida del Partido Popular del debate de la remodelación del Consejo General del Poder Judicial, varios ambientes del Ejecutivo de Sánchez han llegado a la conclusión de que hay que aprovechar la coyuntura. Campo planteó una modificación del código penal al comienzo de la legislatura, aunque el asunto no fuera incluido de manera explícita en el acuerdo de coalición entre el PSOE y Podemos.
Entonces, Asens dijo públicamente que su apuesta consistía en revisar el Código Penal para "conseguir que los dirigentes independentistas que están en la cárcel puedan recuperar su libertad". En opinión de Asens, la reforma del Código Penal sería más segura que la vía del indulto, puesto que serían recurridos y acabarían en el Tribunal Constitucional. La posición de Asens goza de consenso en algunos sectores del PSOE, donde creen que el delito de sedición tal y como está planteado representa una anomalía a nivel europeo. El entorno de Asens cree que la modificación del Código Penal también pueda acercar el Gobierno a JuntsXCat y la CUP.
Encaje nacional y catalán
Para Podemos el cambio del código penal tiene un claro sabor electoral. Las próximas elecciones en Cataluña serán clave para el partido morado. Después del batacazo en Galicia y el País Vasco, Iglesias ha entendido que los equilibrios en la coalición dependen y mucho de las elecciones de medio término.
El vicepresidente y líder de Podemos espera salvar los muebles en las catalanas para salvaguardar cierto peso interno en el cogobierno con Sánchez. Una vez más se ha decantado por escuchar a Asens, quien le aconseja ofrecer a ERC un sólido argumento para su electorado como garantía de su apoyo en Madrid y trampolín para un nuevo tripartito en la Generalitat.
Es por ello que algunos en Podemos han barajado alargar el debate presupuestario para que coincida con las elecciones en Cataluña. El partido se ha dividido en ese ámbito. Oficialmente, el equipo de Iglesias remarca que quiere todo lo contrario: atajar cuanto antes los apoyos de Bildu, ERC y PNV, y si hace falta el PDeCat, para cerrar el capítulo central de la legislatura. La modificación del código penal, con las facilitaciones a los condenados del 1-O para librarse de su sentencia, es la vía elegida por los morados.
