Fieles al discurso que vienen defendiendo en los últimos días, los socialistas no quieren cerrar hasta el último momento las opciones a reconducir la situación en Cataluña con unas elecciones dentro de la legalidad, sin necesidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución. Pero se han encontrado con la negativa del PP, que quiso aceptar en el primer trámite para la activación de este decreto la propuesta del PSOE para aguantar hasta el final la oferta al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Aunque todavía hay posibilidad de llegar a un acuerdo y, de hecho, los dos partidos han acordado ampliar el plazo para introducir cambios hasta media hora antes de la votación en Pleno.
Esta propuesta es una de las tres enmiendas que el Grupo Socialista ha llevado a la comisión 'ad hoc' creada en la Cámara Alta para estudiar el acuerdo que aprobó el Gobierno el pasado sábado, una iniciativa que permitía introducir un criterio de "reversibilidad" al paquete de medidas para la intervención de Cataluña, en el caso de que Puigdemont convocara elecciones, como se barajó hasta que compareció públicamente en el Palau de la Generalitat a las 18.00 horas.
La enmienda del PSOE no pide frenar la tramitación del artículo 155, sino permitir que las medidas se puedan "suspender", una vez aprobadas por el Senado, si hay una convocatoria de elecciones antes de su entrada en vigor. Una posibilidad que se contempló durante la jornada del jueves hasta la comparecencia del president.
Y pese al jarro de agua fría que llegó a media tarde desde el Palau para quienes confiaban todavía en una salida a la crisis sin intervención, los socialistas mantuvieron su enmienda y su portavoz, Ander Gil, la defendió desde la tribuna de la Sala Europa. "Convoque elecciones autonómicas y evite el desastre", le volvió a ofrecer.
Confusión sobre la negociación
Pero el PP se negó a incluir esa previsión en el decreto de medidas que envió el Gobierno al Senado, porque no consideran admisible la enmienda tal y como está redactada, aunque en su última intervención en la comisión, el portavoz 'popular', José Manuel Barreiro, dejó abierta la posibilidad de un acuerdo y se mostró dispuesto a "seguir hablando" con los socialistas del texto.
Durante toda la tarde, la posibilidad de un acuerdo sobre este punto puesto encima de la mesa por el PSOE fue muy confuso y circularon varias versiones. Algunas fuentes del partido sostenían que la propuesta era totalmente rechazable y no había lugar a negociación posible con el PSOE, mientras que otras aseguraban que se había intentado llegar a un entendimiento con los socialistas.
En concreto, y mientras algunos señalaban que el objetivo del PP era añadir a la convocatoria de elecciones una mención específica al rechazo a una declaración unilateral de independencia (DUI), como requisito imprescindible para poder suspender la activación de las medidas; otros sostenían que no se había hablado de DUI, sino de la necesaria restauración de la legalidad en Cataluña. Pero, coincidían, el PSOE no lo había aceptado.
Para rizar más el rizo, durante la tarde los socialistas negaban tal negociación. Fuentes de la dirección consultadas por este periódico aseguraban que el PP no les había trasladado nada en relación a esta enmienda.
Y el PP zanjó el asunto a última hora negando "absolutamente" que se hubiera hecho "alguna oferta al PSOE sobre la inclusión de una renuncia a la DUI" en la enmienda para frenar el 155.
Este mensaje llegó al mismo tiempo que comparecía en Ferraz el secretario de Organización de los socialistas, José Luis Ábalos. Mientras los 'populares' aseguraban que no existía tal oferta, el 'número tres' del PSOE explicaba que, si el problema era una mención a la DUI, no tendrían inconveniente a aceptar la propuesta.
En una rueda de prensa convocada por sorpresa, Ábalos pidió solemnemente al Gobierno que "tenga en cuenta" su enmienda y que el PSOE es "el partido que más está haciendo por buscar una solución democrática y de diálogo". "Lo vamos a seguir intentando hasta el último minuto", dijo.
Pero, además de pedir al Gobierno y al PP que esté "a la altura del momento", volvió a hacer un llamamiento a Puigdemont para que convoque elecciones, e insistió en que el PSOE tratará que permanezca abierta la puerta a suspender el 155. Su iniciativa, dijo, es la última posibilidad de que se mantenga "la cordura y la sensatez".
En cualquier caso, y aunque avisó al Gobierno de que debe ser "consciente" de que este acuerdo merece el mayor respaldo posible, Ábalos dejó claro que, pase lo que pase en esta negociación, el PSOE estará con la Constitución. Y reconoció que si no hay convocatoria electoral y sí una declaración de independencia, su enmienda decaerá.
Por lo pronto, no prosperó en su primer trámite, aunque el PSOE quiere mantenerla viva presentándola como voto particular al dictamen que se votará mañana. En un principio, el plazo de presentación de votos particulares vencía a las 9.30 horas, media hora antes de que empiece el Pleno en el que se votará el decreto, pero PP y PSOE han acordado ampliarlo hasta media hora antes de que tenga lugar la votación. Y hasta ese momento, hay opciones de negociar con el PP.
Hasta ahora, los 'populares' sí han aceptado otra modificación propuesta por los socialistas para incluir en el acuerdo del Gobierno la posibilidad de que, si las medidas entran finalmente en vigor, se pueda modular su aplicación "si se produjeran cambios en la situación u otras circunstancias que así lo aconsejen".
Además, precisa que, en todo caso, el Ejecutivo, atendiendo a esa "evolución de los acontecimientos y de la gravedad de la situación", hará una "utilización proporcionada y responsable de las medidas aprobadas por el Senado".
La tercera enmienda de los socialistas tampoco ha pasado el primer filtro pero puede acordarse mañana, según el PP. Es la que se refiere al control de TV3, una medida con la que el PSOE no ha estado de acuerdo desde el principio. En su propuesta, pide eliminar del decreto del Gobierno la mención al "servicio público autonómico de comunicación audiovisual".
Con sus propuestas de modificación, la dirección del PSOE explica que pretendía que la aplicación del 155 sea "lo más leve posible". Por eso, celebran que el PP haya admitido la que está destinada de manera más clara a que su puesta en marcha se adecue a la gravedad de la situación, dando la opción de que el Gobierno lo pueda "modular" si la evolución de la situación así lo aconseja.