A nadie se le ha escapado que la ruptura entre el PSOE y Unidas Podemos tiene un cierto aire impostado. La repetición de las elecciones el 10 de noviembre no está hoy más cerca ni más lejos que ayer. La negociación para la investidura de Pedro Sánchez sigue adelante lejos de los focos y se resolverá en el último minuto.
Los equipos negociadores de socialistas y morados han vuelto a encerrarse durante más de cuatro horas en el Congreso. Son nueve horas de reunión entre el pasado jueves y este martes.
Tanto la portavoz socialista en el Parlamento, Adriana Lastra, como el jefe negociador de Podemos, Pablo Echenique, han constatado que hay mucha "cordialidad", pero que el acuerdo está lejos.
Sin imágenes para no alimentar el 'relato'
Nadie, eso sí, se atreve a dar el pacto por imposible. Y se busca salvarlo en el último minuto. Los dos partidos abrirán una negociación discreta y a contrarreloj en las próximas horas. El diálogo se producirá lejos de los focos. Las dos últimas reuniones han sido conocidas por el público, pero no hay una sola imagen en la que se pueda ver juntos a los equipos negociadores de PSOE y Unidas Podemos. Podemos sospecha que Sánchez sólo quiere utilizar esas fotografías para alimentar su famoso relato de que él lo ha intentado.
Este detalle evidencia la desconfianza que existe entre los dos partidos. Y que complica sobremanera un acuerdo que evite el regreso a las urnas. Pero hay algunas diferencias que han empezado a limarse. Echenique ha descartado la llamada investidura gratis. Es decir, que Iglesias apoye a Sánchez a cambio de nada y se marche a la oposición. Era una de las principales demandas del PSOE, que rechaza un Gobierno de 123 diputados.
A partir de ahí, todo son diferencias. Podemos quiere retomar la negociación en el punto en el que se quedó en julio. Iglesias no acepta la oferta del programa común y los cargos en instituciones del Estado. "A Sánchez le siguen faltando más de 50 diputados y actúa como si tuviera mayoría absoluta", recuerdan en el partido morado.
Echenique se ha pasado buena parte de la reunión de este martes interpelando a Calvo para que le diera una sola razón por la que no se podía retomar el escenario de julio. Según fuentes conocedoras de la negociación, el diputado morado no obtuvo la respuesta que buscaba.
En las horas previas a la investidura fallida, Sánchez ofreció una vicepresidencia y tres ministerios. Y en Podemos recuerdan que poco después del 28 de abril, el PSOE puso encima de la mesa la presidencia del Congreso y tres carteras. "¿Por qué no podemos volver a ese punto?", se preguntan en Podemos.
Cara a cara Iglesias-Sánchez en el Congreso
El partido morado dice además que Iglesias renunció a ser ministro del futuro Gobierno. Y que si se repiten las elecciones y el escenario es similar al actual -algo bastante probable según los sondeos-, el líder de Podemos volverá a exigir la coalición y esta vez con él dentro del Consejo de Ministros.
Pero el PSOE no está dispuesto a ceder. Fuentes de Moncloa aseguran que advirtieron claramente a Podemos en julio que el Gobierno de coalición decaía si tumbaban la investidura. Sánchez perdió la votación. El PSOE, dicen estas fuentes, es un partido que cumple su palabra. "Ellos mismos rechazaron la coalición", dicen.
El entorno de los negociadores del PSOE advierte a Iglesias que no espere milagros en el último momento. "No tiene sentido alimentar una expectativa si esa expectativa no existe", dicen. "No hay manera de que Podemos negocie algo que no sea la coalición"
Iglesias y Sánchez se verán las caras este miércoles en el Congreso. El pleno sobre el brexit y los consejos europeos abordará todo menos esos dos temas. El líder de Podemos también tiene una pregunta dirigida al jefe del Ejecutivo en la primera sesión de control al Gobierno en seis meses. El debate dará alguna pista de si hay margen para intentar el acuerdo o si por el contrario las elecciones son inevitables.