La carrera del PSOE hacia las elecciones primarias en las que elegirá su nuevo líder, hace improbable su apoyo a los Presupuestos de este año en su primera fase del trámite parlamentario, una de las razones que han llevado al Gobierno a reanudar los contactos con Ciudadanos, el PNV y Coalición Canaria, las tres formaciones de las que dependerá en última instancia la aprobación de las cuentas de 2017 si, finalmente, no tienen el apoyo socialista.
El PSOE espera sumarse a la negociación presupuestaria una vez supere su proceso congresual
Con el respaldo de estos tres grupos más el de los 137 diputados del PP, las enmiendas a la totalidad serían derrotadas por 175 votos produciéndose un empate en el hemiciclo que tendría que ser resuelto en tres votaciones. Según establece el artículo 88 del Reglamento de la Cámara Baja, cuando haya empate en alguna votación, se realizará una segunda, y si persistiera el empate, se suspendería la votación durante el plazo que estime razonable la Presidencia del Congreso. Transcurrido el plazo, se repetiría la votación y si de nuevo se produjera el empate, se entendería desechado el dictamen, artículo, enmienda, voto particular o proposición de que se trate. En este caso, decaerían todas las enmiendas a la totalidad que prevén presentar el PSOE, Unidos Podemos, Esquerra Republicana y otros grupos menores, todas ellas sin texto alternativo al del Gobierno.
La información que la gestora del PSOE ha hecho llegar al presidente del Gobierno apenas aporta esperanzas de que el proyecto de ley pueda prosperar en este primer trámite con el concurso de los socialistas ya que el calendario de las primarias y el de la celebración del 39º congreso previsto para junio, juega en contra desde el mismo momento en que Pedro Sánchez, Patxi López y hasta Susana Díaz han elegido el rechazo a las cuentas estatales de 2017, que aún desconocen, como una de las banderas principales para auparse a la secretaría general.
Este rechazo no significa que el PSOE vaya a escurrir el bulto a la hora de negociar las enmiendas parciales a las cuentas de este año una vez supere las primarias, ni tampoco que vaya a renunciar a una abstención en la votación plenaria prevista para junio. Tampoco está en sus planes dar la espalda a los Presupuestos de 2018. De hecho, la gestora ha trasladado al Gobierno que de no haber sorpresas en las primarias, no habría excesivos problemas para bendecir la aprobación del techo de gasto del año que viene a finales de junio ni tampoco para abordar con posterioridad el diálogo presupuestario, por lo que el proyecto de ley para 2018 vería la luz por Navidades como ya es tradicional.
El aval del PNV
En el Gobierno se respira de momento cierto optimismo ante la posibilidad de contar con el aval de los nacionalistas vascos a los Presupuestos de este año, después de la prórroga automática que tuvieron los de 2016. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha reanudado las conversaciones con el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, el mismo interlocutor que utilizó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, el pasado noviembre. En aquella ocasión, cuando todavía el Gobierno confiaba en aprobar las cuentas de 2017 antes de prorrogar las de 2016, Esteban exigió gestos políticos desde Madrid que facilitaran a su partido justificar ante su electorado el apoyo presupuestario, el cumplimiento estricto del Concierto Económico y la creación de cauces de diálogo bilaterales que evite que decisiones del Gobierno vasco lleguen continuamente a los tribunales.
Los nacionalistas vascos han puesto condiciones muy precisas al Gobierno para contribuir a derribar las enmiendas de totalidad
El PNV recuerda que aun están sin liquidar los cupos que van desde los años 2007 a 2011 y de 2011 al presente ejercicio. Este año, además, deberá negociarse la nueva ley del cupo que se extenderá hasta el 2022 y lo que demandan los nacionalistas es que en este diálogo, el Gobierno ponga la mejor disposición posible para que el Gabinete que preside Iñigo Urkullu pueda despejar también el horizonte presupuestario del País Vasco.