Los socialistas no se creen la oferta de entendimiento de Podemos para acabar con el Gobierno de Mariano Rajoy. No confían en esa voluntad de acuerdo, de la que el líder del partido morado, Pablo Iglesias, ha hecho gala en su discurso en la defensa de su moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy, porque cuando pudo impedir que el PP siguiera en La Moncloa, no lo hizo.
"Una cosa son las palabras y otra los hechos", sostienen fuentes socialistas, que hacen hincapié en que Iglesias "no altera sus vetos de hace un año". Es decir, que hoy volvería a decir que no al acuerdo que Pedro Sánchez pretendía cerrar con Ciudadanos y Podemos para convertirse en presidente del Gobierno.
Aunque de momento el PSOE no ha podido hacerlo desde la tribuna, muchos diputados socialistas han recordado la investidura fallida de Pedro Sánchez para responder desde el inicio a la portavoz de Podemos, Irene Montero, y su defensa de que la corrupción que tiene su sede en "Génova 13" hacen injustificable la continuidad de este Gobierno.
Y casi el primero en hacerlo ha sido el antiguo 'número tres' del PSOE, Antonio Pradas, quien ha defendido en Twitter que "el problema del discurso de Irene Montero es que pudieron votar un gobierno de progreso y votaron no; es decir, quisieron perpetuar a Rajoy". Hasta los más 'susanistas' de la sala ha recordado el rechazo a Pedro Sánchez.
Después también lo ha recordado el portavoz del Grupo Socialista, José Luis Ábalos, pero en los pasillos del Hemiciclo, porque a la tribuna es previsible que no suba hasta este miércoles. El valenciano ha recalcado que tanto Montero como Iglesias se han remontado a 2009 para hablar de la corrupción y, aunque ha agradecido el cambio de tono del partido morado hacia el PSOE, ha lamentado que la moción de censura tiene algo de "surrealismo", porque hace un año no dieron ni una abstención a Pedro Sánchez para evitar otro gobierno de Rajoy.
Pero, además, ha avisado a Iglesias de que, con esta moción de censura, que no tiene los números para salir, lo que está haciendo es dar "oxígeno" al PP. Creen los socialistas que quien sale más beneficiado de este debate, de momento, es el Gobierno y su partido: "No sé qué pasa, que siempre Podemos parece que está dispuesto a echarle un cable".
