La campaña electoral del 21D será la más singular de todos los tiempos. A la espera de las decisiones de los Tribunales, los dos principales candidatos apenas podrán dirigirse a su audiencia en forma presencial. Oriol Junqueras, en la cárcel de Estremera, pendiente de una libertad con fianza que quizás no llegue hasta bien entrada la campaña. Carles Puigdemont, oculto en su refugio de Bruselas, sin poder abandonar Bélgica bajo riesgo de detención .
Sectarismo ideológico
"La campaña será televisiva y telemática", señalan en fuentes de Junts per Catalunya, la plataforma 'trasversal' que ha montado Puigdemont, a su imagen y semejanza, para concurrir a las urnas. Habrá mitines enlatados, apariciones en pantallas gigantes, comparecencias pregrabadas, profusión de redes sociales, pero apenas se podrán celebrar actos electorales que cuenten con el cabeza de cartel en persona.
Puigdemont, que fue periodista en Gerona, ha dado instrucciones a sus equipos para controlar y vigilar los medios públicos, que han escapado a la aplicación del 155 y siguen funcionando a su aire, como si nada hubiera ocurrido. TV3 es clave para la campaña. Dirigida por un fiel acólito de la antigua Convergència, Vicent Sanchís, en su día reprobado por la Cámara catalana por sectarismo ideológico, va a ser un elemento clave en estas próximas semanas.
Es en TV3 el único medio español donde a Puigdemont se le sigue presentando como 'president', al igual que a sus 'conselleres'. Sanchís es valenciano, ha desarrollado casi toda su vida profesional en cargos designados a dedo, e incluso fue número dos de Omnium, la asociación de agitación callejera del separatismo.
El núcleo duro de Bruselas
El lider del Junts per Catalunya cuenta tambien con la emisora de la Generalitat a su servicio, Catalunya Radio, y ha fichado al director de Rac1, Eduard Pujol, la radio del grupo Godó, para sumarlo a sus listas. "Periodismo independeniente",clamaban desde Ciudadanos.
Arrinconar a ERC sin llegar a enmudecerlo es la primera parte de la estrategia de JxC para recuperar el tono en las encuestas. El expresidente fugado ha reunido en Bruselas a algunos de sus colaboradores, como Elsa Artadi y Jaume Clotet, quienes siguen trabajando también su problemas en la Generalitat. Ambos forman parte del núcleo duro de Puigdemont, y serán los encargados de que no haya dudas en los medios informativos del movimiento secesionista.
Junqueras parte en inferioridad en esta campaña. Pese a su imagen de 'mártir sometido a las prisiones del Estado', está muy silente, apenas envía alguna misiva a sus fieles,ha delegado en Marta Rovira, su número dos, para comparecer ante los medios. Rovira no goza de extremada simpatía ni siquiera entre los suyos. ´Solo la adora Rufián", señalaba irónicamente un dirigente de ERC. Confía el exvicepresidente en que su causa pase de la Audiencia al Supremo, pero es un tránsito que llevará tiempo.
Habrá gestos de unidad en el espacio secesionista en los próximos días. Iniciativas simbólicas, como la firma de algún objetivo electoral, o incluso determinadas ceremonias compartidas. Pero los medios públicos, aquellos por los que se informan los catalanes soberanistas, van a ser de Puigdemont.