El Tribunal Supremo revisa este jueves la condena a inhabilitación de Quim Torra sin que el presidente de la Generalitat haya deshojado la margarita del adelanto electoral. La guerra de nervios en el seno del independentismo entre ERC y el espacio cada vez más fragmentado de Carles Puigdemont forma parte de la no convocatoria de elecciones, pero no es el único motivo.
Según ha sabido Vozpópuli, Puigdemont quiere convertir la retirada de su inmunidad como eurodiputado en el acto central de su campaña electoral. Y el retraso del suplicatorio también está empujando la fecha de las elecciones más lejos de los previsto en el calendario político.
El Tribunal Supremo cursó al presidente del Parlamento de Europeo, David Sassoli, la solicitud del juez Pablo Llarena para retirar la inmunidad a Puigdemont y los también eurodiputados Toni Comín y Clara Ponsatí. Es una decisión clave en caso de que Llarena quiera reactivar la euroorden. El órgano encargado de decidir sobre la inmunidad de los tres dirigentes independentistas es el Comité de Asuntos Jurídicos de la Eurocámara.
La pandemia retrasa el proceso
El presidente de este comité, que integran 25 parlamentarios, es el eurodiputado de Ciudadanos Adrián Vázquez. Los otros representantes españoles en la comisión son el socialista Ibán García y los populares Esteban González Pons y Javier Zarzalejos. Los españoles no pueden intervenir de manera directa al tratarse de un caso que afecta a diputados de su misma nacionalidad.
El proceso se ha alargado por la pandemia, pero ha entrado en su fase definitiva. Y fuentes consultadas por este diario aseguran que podrá celebrarse en cuanto se garanticen las condiciones de privacidad digitales de estas audiencias, que sin coronavirus se celebran de forma presencial y a puerta cerrada. Puigdemont ha aportado más de 4.000 folios de argumentos en su defensa que ya han sido traducidos a todos los idiomas.
El ponente del suplicatorio de Puigdemont es el conservador búlgaro Angel Dzhambazki, que pertenece al mismo grupo de Vox en Estrasburgo. Dzhambazki será el encargado de presentar el informe y una propuesta de conclusiones. Pero antes de la votación definitiva, Puigdemont, Comín y Ponsatí tendrán la oportunidad de comparacer ante el comité para defenderse y responder a las preguntas que se les formulen.
Defenderse como candidato
Es una oportunidad, aunque sea a puerta cerrada, que Puigdemont no quiere dejar pasar por alto. "Él (Puigdemont) quiere que sea un eje de su campaña electoral", dicen estas fuentes. "Comparecer ante el comité como candidato a la Generalitat y regresar a la votación final ya como diputado electo en Cataluña es un arma que puede utilizar para comprometer a los eurodiputados del comité".
La ausencia de una fecha para el suplicatorio y el enredo sobre el futuro de Torra han complicado el cierre de una fecha para las elecciones en Cataluña. El Supremo debe avalar o no la inhabilitación de Torra, condenado en diciembre del 2019 por desobediencia. La lógica de los precedentes sugieren que habrá aval a la condena y que Torra debería dejar el cargo. El independentismo, absolutamente fracturado, no ha decidido si buscará una investidura alternativa o se dejará morir la legislatura.
El presidente de la Generalitat, que amenaza con desobedecer al Supremo, es el único con la potestad de convocar el adelanto electoral. Torra todavía podría recurrir al Constitucional solicitando la suspensión de la sentencia en caso de que los magistrados del Supremo confirmen la condena.