La campaña por el sí en el referéndum de independencia de Cataluña daba el pistoletazo de salida este jueves en un multitudinario acto en Tarragona en el que la plana mayor del secesionismo llamaba a "poner luz a una oscuridad" y a convencer a "los que dudan". "Votarem! Votarem!", coreaban los más de 7.000 congregados en el recinto a pesar de que el mitin estaba prohibido por la Delegación del Gobierno.
La puesta en marcha de la maquinaria del Estado ante la llegada del 1 de octubre refuerza la dialéctica del enemigo utilizada por el independentismo para justificar sus anhelos políticos. Este mismo viernes, el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro anunciaba la intervención de las cuentas de la Generalitat para evitar cualquier tipo de desvío de fondos públicos dedicados a financiar la consulta secesionista. El último 'ataque' desde Madrid antes del artículo 155.
A diferencia de un referéndum al uso, no habrá una campaña por el no frente a la campaña por el sí. El relato nacionalista ha tratado de que todo el mundo entre a contestar a la pregunta de permanecer dentro o lograr la libertad de la independencia. El PDeCAT, ERC y la CUP han programado quince días con más de 1.000 actos por todo el territorio catalán y un presupuesto de 1,5 millones de euros para convencer de la necesidad de acudir a las urnas con un voto afirmativo en la mano.
Sin embargo, partidos como el PP, Ciudadanos o el PSC no harán una campaña al uso, como sucedería en una consulta organizada con todas las garantías democráticas. "Creo que es un acierto no entrar en ese encuadre. No hago campaña por el no porque ni siquiera acepto lo que estás planteando, porque es ilegal", explica el sociólogo y miembro del consejo directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), David Redoli.
Otros, como Catalunya en Comú (CatComú), el partido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha posicionado a favor de apoyar el referéndum como una "movilización", tras una dividida consulta interna a las bases en las que el sí ha ganado por casi un 60% de los votos.
La cara b del no
Pero la maniobra de deslegitimar el referéndum mediante el argumento de la ilegalidad, al margen del resultado final, tiene una cara b. "Esta estrategia jurídica puede fracasar políticamente a largo plazo porque 'abandona' a los catalanes no independentistas. Los deja sin discurso y, tal vez, atrapados en una espiral del silencio", reflexiona el profesor de Sociología y Comunicación política en la Universidad Complutense de Madrid, Luis García Tojar.
No hay que perder de vista que "una campaña 'por el no' podría activar más a los partidarios del sí", apunta Redoli. Y es que la psicología social ha estudiado a fondo las diferencias emocionales aparejadas a cada una de las respuestas. La esperanza y la ilusión por el cambio frente a la negatividad y el inmovilismo de mantener el statu quo.
"Está tan estudiando que en el referéndum de Chile en 1988 para decidir la continuidad de Pinochet, este puso como condición que iba a hacer campaña por el sí", recuerda el expresidente de ACOP. En aquella ocasión, la oposición, que era quien quería un cambio para terminar la dictadura, tuvo que hacer campaña por el no. Aunque las emociones no lo son todo. Allí ganó el no.