Albert Rivera arremetió contra los nacionalismos, 'el peor mal de Europa' en su intervención parlamentaria en la que se mostró contrario a todo tipo de negociación con quienes incumplen las leyes. "No juré la Constitución para pastelear, sino para defenderla", dijo. Rechazó todo tipo de mediación internacional porque no se puede solucionar el problema catalán en una mesa oscura, sin transparencia, ese es el trabajo que le corresponde al Congreso.
Recordó que un millón de ciudadanos salieron a las calles de Barcelona el domingo, "yo estuve allí, la mayoría silenciada dijo basta". Recordó que el pueblo catalán le ha recordado a Puigdemont que no tiene mayoría, y celebró que el Gobierno de Mariano Rajoy haya tomado la decisión de defender la Constitución desde la Constitución, en alusión a la puesta en marcha del artículo 155. Algo a lo que nadie puede renunciar. "¿Se imaginan que Macron o Merkel esperaran a ver si hay disputas entre Puigdemont y la CUP?.
Reprochó a quienes acusan a Rajoy de parapetarse detrás de las leyes. "Estamos aquí, en esta Cáamra, para hacer leyes. Y para hacer que se cumplan. Y si Rajoy no hiciera cumplir la ley estaría prevaricando".
Reclamó de nuevo la celebración de elecciones, con urnas 'de verdad, papeletas de verdad, censos de verdad, en libertad, yo no le tengo miedo a las urnas, ha llegado el momento de actuar democráticamente". Y concluyó que "si no se aplica y se defiende de verdad la Constitución, los españoles se van a enfadar y mucho".