El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, da por ahuyentado el fantasma del sorpasso definitivamente. Según fuentes de Ferraz, el restaurado líder de los socialistas está convencido de que nadie da crédito ya a la posibilidad de que Podemos pueda adelantar al PSOE: cree que le ha ganado la batalla de la izquierda.
Pero, pese a esto, Sánchez arranca esta nueva etapa al frente del partido con un objetivo claro: afianzar el voto del electorado de izquierdas, porque considera que es el que ha perdido el PSOE en estos años y especialmente después de estos meses de Gestora, que, según reiteró en la campaña de las primarias, dejó al partido "en tierra de nadie".
Ahora, el PSOE quiere situarse claramente en la izquierda -'Somos la izquierda' fue el lema del 39 Congreso y se ha mantenido como el leitmotiv de esta nueva etapa- y la nueva dirección socialista cree que los pasos que está dando van en ese sentido. Después de la abstención para dejar gobernar a Mariano Rajoy, creen que el PSOE está desmarcándose de las políticas de la Gestora y situándose claramente en su lugar.
Y la prueba de ello, sostienen en el PSOE, es que todas las encuestas que se están publicando les sitúan a 5 puntos del PP, una posición que, apuntan, reafirma a los socialistas como la "única alternativa" al Gobierno del PP, una posición que creen que todavía se reforzará más.
Para eso, la estrategia que se está preparando desde Ferraz pasa por insistir en el posicionamiento del PSOE en la izquierda. De esta manera, pretenden atraer a los votantes que se le fueron a Podemos, pero, además, a todos aquellos que se quedaron en casa en las últimas convocatorias electorales. Creen que en la abstención hay una bolsa de votantes importante.
La estrategia que se está preparando desde Ferraz pasa por insistir en el posicionamiento del PSOE en la izquierda, para atraer a los votantes que se le fueron a Podemos, pero, además, a todos aquellos que cayeron en la abstención
¿Y cómo quieren recuperarlos? Manteniendo la línea que Sánchez comenzó a marcar en su vuelta a disputar el liderazgo del PSOE y que se concretó en las resoluciones del Congreso de junio. El resultado práctico, señalan algunos, es el cambio de posición en la votación del CETA (aunque han reconocido que se podría haber gestionado mejor) o el 'no' a la senda de estabilidad que llevará Rajoy al Congreso la próxima semana tras aprobar el techo de gasto.
El objetivo de la nueva dirección está claro, como también lo está la respuesta a la advertencia de que el PSOE gana las elecciones por el centro. Según explican fuentes de Ferraz, el secretario general cree que lo fundamental es afianzar el voto de izquierdas porque, después, el de centro llegará cuando, según su teoría, visualice que al PP sólo le puede desbancar el PSOE.
Con un Podemos al que ven ya anclado en una tercera posición, los socialistas creen que el votante de centro y centro-izquierda se irá al PSOE porque ése será el "voto útil" en unas próximas elecciones generales. Los socialistas creen que las próximas elecciones volverán a ser un juego entre dos.
Balance "esperanzador" de su primera ronda
Y hasta ese momento se dedicarán a trabajar esa mayoría alternativa en el Congreso frente al PP que Sánchez ya comenzó a explorar la semana pasada en una ronda de contactos con Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida, de la que ha extraído un balance "positivo" y "esperanzador".
Eso sí, y aunque insiste en no descartar de palabra la moción de censura que pide el partido morado, el líder del PSOE dejó claro en su primera rueda de prensa en Ferraz en esta nueva etapa que su objetivo a corto y medio plazo es llegar a acuerdos en materias concretas con estos partidos.
Según explicó, cree que con Ciudadanos podrá entenderse en materia de regeneración democrática, mientras que con Podemos ve más fácil el diálogo en políticas sociales y rescate a los jóvenes y con IU sobre nuevos derechos, como el de la eutanasia, que ya se han comprometido a impulsar.
El trabajo con Podemos en el Congreso ya comenzó de manera incipiente este martes, en una primera reunión de "toma de contacto" entre la portavoz del Grupo Socialista, Margarita Robles, y la portavoz de Unidos Podemos, Irene Montero, en un "ambiente cordial" para hablar del trabajo parlamentario que tienen por delante.
Algunos de estos asuntos que Sánchez ha planteado ya a Podemos y Ciudadanos forman parte de los diez compromisos que ha asumido en su vuelta a Ferraz y que ayer presentó al Rey en su encuentro en Zarzuela. Según explicó después en la rueda de prensa, expuso a Felipe VI su objetivo de hacer una "oposición de Estado", con la que quiere "defender al Estado del Gobierno de España".
Entre ellos, está también "culminar la estructura federal del Estado", a través de una reforma de la Carta Magna que el PSOE considera esencial porque cree que "el consenso constitucional está roto". Eso sí, por lo pronto no hay fecha para abrir ese debate.