Las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos en los días previos al debate de investidura de Pedro Sánchez han puesto de manifiesto que el Ministerio de Sanidad no es de los más codiciados por la clase política. En la oferta de carteras del candidato a presidir el Gobierno a su socio preferente terminó colándose la que hoy ostenta la médico María Luisa Carcedo.
Los socialistas se negaron a entregar a Iglesias poderes en Hacienda, Trabajo, Igualdad y Transición Ecológica. Pero Sanidad no corrió la misma suerte y acabó formando parte de la dádiva. Y eso que no figuraba en la batería de reclamos de Unidas Podemos.
Echenique se quejó de que Sánchez les hacía una "oferta de ministerios que suena bien" pero que en realidad están "vacíos en competencias"
En medio de la sobredosis de intervenciones televisivas de los negociadores de ambas fuerzas durante estos días, el secretario de acción de Podemos, Pablo Echenique, se llegó a quejar de que Sánchez les hacía una "oferta de ministerios que suena bien" pero que en realidad están "vacíos en competencias". Algo "decorativo", que diría Iglesias.
Son varios los médicos que han manifestado su descontento por el trato de los políticos a un departamento del que depende la ejecución de la política en materia de salud, de planificación y asistencia sanitaria y de consumo y que se encarga de asegurar a los ciudadanos el derecho a la protección de la salud.
Entre ellos, el médico y político Gaspar Llamazares. "A mí también me duele el desprecio, desde hace mucho tiempo, a las competencias materiales y potencialidades simbólicas del Ministerio de Sanidad. Decir que personal, farmacia, tecnologías, salud pública no son nada...", afeó a través de las redes sociales.
Ministerio con "posibilidades"
El médico de Familia y ex asesor parlamentario de Podemos Andalucía y de En Comú Podem, Javier Padilla, explica a Vozpópuli que no ha de confundirse asignación presupuestaria con tener competencias para influir en la vida de la gente.
"El Ministerio de Sanidad puede y debe hacer esto último mediante competencias muy importantes como son la consecución de la cobertura sanitaria universal, la política farmacéutica o impulsar la aprobación parlamentaria y puesta en marcha de la eutanasia", dice.
Según Padilla, existe abundante legislación en materia de salud pública que está vigente pero no se ha desarrollado ni aplicado por dejadez de los diferentes gobiernos. "Está claro que al ver la asignación presupuestaria de otros ministerios, se pueden percibir como más importantes, pero es necesario que quienes ostenten Sanidad lo hagan con la plena convicción de sus posibilidades, más importante aún en un tiempo en el que el sistema público de salud se enfrenta a diferentes retos conflictivos cuyas competencias son estatales como el incremento del papel de la iniciativa privada y el aumento de los precios de los nuevos medicamentos", señala.
Organismos adscritos
Adrian H. Aginagalde, médico titular del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social (MSCBS) considera que "daba la impresión de que los negociadores no sabían realmente qué competencias tiene el ministerio". No cree que todo Unidas Podemos opine igual que Echenique cuando dijo que este departamento estaba "vacío de competencias".
"Hay bastante desconocimiento. La gestión de los servicios de salud (hospitales y centros de salud) está transferida a las comunidades autónomas, pero el Ministerio es el encargado coordinar las políticas de salud pública", dice. "Cuando se habla de la ley de la eutanasia hay que saber que esta compete al ministerio", apunta.
Hay que aumentar la partida presupuestaria y de desarrollar las leyes que están paralizadas"
Y añade que de él dependen o están adscritos diversos organismos de peso como la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición; la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios; la Organización Nacional de Trasplantes (ONT); el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria; el Patronato sobre Discapacidad; el Imserso y el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES).
Según Aginagalde, que también es investigador en el Museo Vasco de Historia de la Medicina y Ciencia, no se trata de que las competencias transferidas a las CCAA se devuelvan, sino de aumentar la partida presupuestaria para el ministerio y de desarrollar las leyes que están paralizadas para que el funcionamiento del entramado competencial funcione mejor.
"Poca importancia"
De las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos en torno al Ministerio de Sanidad, el presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Tomás Toranzo, concluye que en el Gobierno se da al Ministerio de Sanidad "poca importancia" y critica que en Unidas Podemos se le dé condición de "florero".
"Este ministerio debería tener más recursos y competencias y ejercer el liderazgo en la coordinación de todas las políticas sanitarias de España", manifiesta.
Toranzo va más allá y sí apuesta por la recuperación de alguna de las competencias ya transferidas a las regiones "para garantizar, cuanto menos, la igualdad de todos los ciudadanos en el acceso en condiciones de equidad a las prestaciones del SNS". Igualmente, dice, habría que garantizar los derechos de los profesionales en el acceso al empleo y en la movilidad, con políticas activas que acaben con la precariedad, motiven a los profesionales y garanticen las competencias de cada una de las profesiones.
En cuanto a quién debería pilotar el Ministerio de Sanidad, los profesionales consultados coinciden en que debe ser una persona con conocimiento de salud pública y política sanitaria, con trayectoria profesional en esos campos, y capacidad para rodearse de gente válida.