"Mister handsome" (mister guapo en ingles) han bautizado a Pedro Sánchez esta semana diversos medios de comunicación internacionales como la BBC, Neewsweek, Financial Times, o France Press, y el nuevo presidente del Gobierno va a aprovechar ese tirón de novedad que supone su irrupción en la escena internacional para relanzar la marca España.
Lleva años convencido de que la falta de una agenda exterior nítida de Mariano Rajoy, ese "ponerse de perfil", no rechistar las tesis de Ángela Merkel pro austeridad sin tener en cuenta el crecimiento de la desigualdad en las sociedades del sur, ha perjudicado los intereses de los españoles.
Ahora, convertido en jefe del Ejecutivo de la cuarta economía de la zona euro, el primer ministro más importante de la socialdemocracia continental -por delante del portugués Antonio Costa y de los primeros ministros de Suecia, Malta, Rumanía y Eslovaquia- quiere usar su posición para impulsar el reequilibrio de una UE que ve excesivamente escorada hacia los intereses alemanes.
Los mensajes del presidente del Gobierno van dirigidos a tranquilizar a la UE desmarcándose del Ejecutivo italiano, que quiere sacar al país transalpino de la moneda única
Desaparecido el PS francés y la figura del presidente Francois Hollande, y con una Italia sin Mateo Renzi y llena de dudas sobre su tradicional europeísmo -la coalición formada por Cinco Estrellas y La Liga aspira a sacar al país traansalpino de la moneda única-, Pedro Sánchez aspira a tomar el relevo en la izquierda del sur.
De momento, sus primeros mensajes han ido en la dirección contraria a esos otros que emite el italiano Giuseppe Conte. El viernes, antes del primer Consejo de Ministros socialista, escribió una carta a los miembros del gabinete reclamándoles "respeto a la estabilidad económica y presupuestaria" como Estado miembro de la UE.
Su estreno como presidente del Gobierno en Bruselas será en la cumbre de los días 27 y 28 de junio. Allí se le podrá ver estrechando la mano de Merkel y del presidente francés, Emmanuelle Macron, el cual, desde que accedió al cargo hace ahora un año, viene acaparando todo el protagonismo.
Habrá que ver si "Mister Handsome" español arrebata la atención al galo con unas propuestas abiertamente socialdemócratas. La agenda de esa cita es propicia a ello:Migración, por un lado, y empleo, crecimiento y competitividad, por otro; además del llamado marco financiero plurianual de la unión.
La cumbre de la OTAN el 11 de julio en Bruselas será la ocasión para que Sánchez y Trump se vean por primera vez y el estadounidense le pida más inversión en Defensa
Antes de esa cumbre, los Reyes visitan Washington para verse con el presidente estadounidense, Donald Trump, el 19 de junio y es seguro que el nuevo titular del Ministerio de Asuntos Exteriores, José Borrell, aprovecha para empezar a negociar un encuentro bilateral de Trump con Sánchez en la cumbre que la OTAN celebra en Bruselas los días 11 y 12 de julio.
En el peor de los casos habrá una foto de apretón de manos entre el presidente del Gobierno y el mandatario de EE.UU., que espera "construir" una relación con el nuevo jefe del Ejecutivo español, según indicaron fuentes de la Casa Blanca a Efe el pasado 1 de junio.
"España es resiliente, como lo demuestra la transición sin problemas al liderazgo del presidente Pedro Sánchez. Continuaremos trabajando con España, un aliado atlantista cercano, en una amplia gama de prioridades de seguridad", aseguró un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional del Gobierno estadounidense.
Detrás de esas palabras hay un interés que el Gobierno de Estados Unidos no oculta: forzar a los aliados en la OTAN a aumentar su presupuesto de Defensa, que en España sufrió un recorte del 33 por ciento durante la crisis.
Los países inegrantes de la Alianza Atlántica se comprometieron en la Cumbre de Cardiff (2014) a alcanzar la inversión del 2 por ciento del PIB en 2024. Según los datos de la OTAN, España destina al área de Defensa sólo el 0,92 por ciento, siendo el tercer país europeo que menos destina (por detrás de Bélgica y Luxemburgo)
