Pedro Sánchez tiene decidido desde hace días tomarse con calma su investidura como presidente del Gobierno, la cual, en ningún caso, va a empezar a negociar formalmente con Pablo Iglesias antes de que Unidas-Podemos se retrate garantizando al PSOE su acceso a los gobiernos de Asturias, Baleares, Canarias y La Rioja; en las dos primeras el voto de los morados es decisivo para que los socialistas mantengan el poder, y en el caso de Canarias y La Rioja, para que vuelvan a él después de más de dos décadas.
Fuentes socialistas reconocen a Vozpópuli que tanta "insistencia" de Iglesias en entrar en el próximo ejecutivo y, sobre todo, su amenaza de repetir elecciones generales en otoño si no es atendida su demanda, lo único que va a conseguir es "enrarecer el ambiente" cuando ni siquiera han empezado los contactos exploratorios. Y en ningún caso podrá hablarse de "coalición" entre dos partidos "cuya diferencia es entre 123 diputados y 42", recalcan.
Pactos a izquierda y derecha
El sudoku de la formación de gobiernos municipales y autonómicos tras el 26M es tan enrevesado, y debe solventarse en un tiempo tan apremiante -los ayuntamientos se constituyen el 15 de junio y todos los parlamentos antes del 21-, que para el PSOE lo "prioritario" ahora mismo es ver donde deberá pactar a izquierda y donde a derecha. A ello se aplica la comisión de seguimiento que dirige el secretario de Organización, José Luis Ábalos.
Porque de la relación del PSOE y PP con Ciudadanos depende, nada menos, que la Comunidad de Madrid pase a manos de Ángel Gabilondo, la Alcaldía de la capital a la naranja Begoña Villacís, las Presidencias de Castilla y León, y Murcia, a los socialistas Luis Tudanca y Diego Conesa; también que sea reelegido presidente aragonés el socialista Javier Lambán; o que llegue a la Alcaldía de Zaragoza la socialista Pilar Alegría y no la naranja Sándra Fernández. Esos son algunos de los objetivos que se ha marcado Ferraz.
☕@abalosmeco: “Estoy convencido de que @luistudanca va a ser el siguiente presidente de Castilla y León, más allá de que son la primera fuerza política, porque el proyecto del @populares está absolutamente descompuesto”
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— Espejo Público (@EspejoPublico) May 30, 2019
En este sentido, el calendario le ha jugado una mala pasada a Iglesias porque tendrá que escenificar su apoyo antes en las autonomías, y ya no podrá retirarlo aunque el inquilino de La Moncloa insista en que no quiere ministros con carnet de Podemos en su gobierno.
Lo recalcó el propio Pedro Sánchez este miércoles en Bruselas, desde Unidas-Podemos se filtró la amenaza de que están dispuestos a una repetición de elecciones en otoño, y este jueves Ábalos volvió a la carga con el argumento de que "el término coalición no nos gusta. Podríamos en un momento dado plantearnos la incorporación de miembros de otras formaciones, en este caso de Podemos, pero no bajo la fórmula de la coalición".
Eso sí, el PSOE considera a Podemos "un socio programático prioritario" y da más importancia a acordar con ellos "programas de transformación social que no presencias en el gobierno". "Preferimos hablar de qué vamos a hacer a hablar de quiénes lo van a hacer", dijo el número tres socialista.
Aún así, el dirigente de Podemos insistía en la mañana de este jueves en que ellos quieren una "coalición" y venía a señalar que esa es la única forma de que haya un gobierno "estable":
Somos una fuerza política que se ha atrevido a decir verdades. En política se puede ser sumiso a los grandes poderes o tener como prioridad irrenunciable defender los derechos de la gente. Este es el desafío que deberá enfrentar un Gobierno de coalición, progresista y estable. pic.twitter.com/XYmQgjUTtC
— Pablo Iglesias ?{R} (@PabloIglesias) May 30, 2019
