No es ningún secreto que ni Felipe González ni José Luis Rodríguez Zapatero ni Alfredo Pérez Rubalcaba son unos entusiastas de Pedro Sánchez y del modelo de PSOE "de la militancia" que va a implementar en este 39 Congreso, y lo van a dejar claro con un gesto determinante: no asistirán a la clausura en un mitin de aclamación al líder con 8.000 afiliados en el pabellón 3 de Ifema.
González, que inicialmente se planteó asistir, pero a quien su compromiso con el proceso de paz le obliga a estar esta semana en Colombia, ha dejado grabado un vídeo que va a ser proyectado esta mañana al plenario de delegados. Y Zapatero y Rubalcaba, por su parte, se van a dejar ver esta mañana un rato en el palacio de Congresos.
Lo cierto es que ninguno quiere saber nada del acto con militantes mañana, que tiene riesgo de abucheo a quienes, como ellos, apostaron por Susana Díaz en las pasadas primarias. Un peligro que correrán la propia Díaz y los presidentes autonómicos que la apoyaron -todos excepto la balear Francina Armengol-, si deciden finalmente acercarse al pabellón 3 de Ifema tras la votación de la Ejecutiva y el Comité Federal por parte del millar de delegados mañana a primera hora.
Los resultados de la votación de la Ejecutiva no se anunciarán a los mil delegados que acudirán al 39 Congreso sino ante los 8.000 militantes que acudirán al mitin en el pabellón 3 de Ifema
Será en ese pabellón, no ante el plenario, donde se anuncien los resultados de las votaciones y los miembros de la nueva ejecutiva salgan, uno a uno, a ocupar sus puestos en el escenario, incluido el nuevo secretario de Política Federal, Patxi López.
A quien será presidente del Consejo Territorial, el extremeño Guillermo Fernández Vara, no le queda más remedio que acudir en primera fila, pero es una incógnita qué harán la andaluza, el asturiano Javier Fernández -presidente de la gestora, que se ha negado a presentar un informe de gestión de estos nueve meses-, el aragonés Javier Lambán, el castellano-manchego, Emiliano García-Page, o el valenciano Ximo Puig. A esta hora ninguno ha confirmado oficialmente su asistencia un acto alejado de la cultura del viejo PSOE de congresos con delegados.
Los ex presidentes, Rubalcaba y los barones, son muy críticos con la deriva cesarista en la que creen que Sánchez va a meter al PSOE y con su proyecto "de izquierdas" para recuperar votantes que se han ido a Podemos; todos esos mandatarios creen que aleja al partido de la centralidad y la moderación, clave para llegar a La Moncloa. Pero han decidido hacer de la necesidad virtud -la rotunda victoria de Sánchez sobre Díaz, 50,02% frente a poco más del 39% no les deja margen- y van a mantener disciplina hasta ver los siguientes resultados electorales.