La defensa de la nación catalana del PSC amenaza con volver a abrir en canal al PSOE en un momento especialmente tenso por las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez con ERC. La plurinacionalidad no es una novedad en el PSOE. Tampoco lo es que el PSC hable de Cataluña como nación.
La cuestión está en los límites. La eliminación en el programa electoral del PSOE para el 10-N de las referencias a las Declaraciones de Granada y Barcelona -en las que se recoge la idea de la España federal y el reconocimiento de su "plurinacionalidad"- ya provocó un choque entre Ferraz y su socio catalán.
De hecho, Miquel Iceta exigió recuperar esa mención indirecta. Ahora, el PSC insiste en la idea del reconocimiento "plurinacional" de España en el congreso que celebrará a final de año.
Díaz se desmarca del PSC
Lo que en teoría no supone una gran novedad, porque es un debate recurrente en el socialismo, ha provocado una reacción inmediata de algún barón. La más significativa ha sido la de la líder del PSOE andaluz, Susana Díaz. La expresidenta de la Junta, que hasta ahora mantenía un escrupuloso silencio ante las maniobras de Sánchez dada su debilidad política, ha dicho que estará "enfrente" de quien plantee "declararse nación para ser Estado".
"España tiene una Constitución que permite que cada uno sienta como quiera", ha dicho. "Nosotros nos sentimos una realidad nacional dentro de nuestro Estatuto de Autonomía. Uno puede sentir como quiera pero no cuestionar el Estado español".
La clave de este pico de tensión es la investidura. El PSOE negocia estos días en secreto la abstención de ERC. El precio por hacer presidente a Sánchez es de momento una mesa de negociación cuyo formato y contenido no se han concretado, y que ha llevado a algún dirigente y exdirigente socialista a poner el grito en el cielo.
El barón que más se está significando en su rechazo a la participación del separatismo en la configuración del futuro Gobierno es el presidente de Castilla-La Mancha. Emiliano García Page ha dicho en La Sexta que el PSOE no puede comprometerse con las condiciones planteadas por ERC para la investidura.
Mezclar investidura y crisis en Cataluña
A su juicio, estas peticiones "afectan a todos los españoles" y "traspasan al PSOE". "No podemos comprometernos con cuestiones que van más allá de la función del Gobierno", ha dicho. "Lo que plantea ERC no depende ni de un Gobierno con mayoría absoluta ni de un partido".
Sobre el PSC, Page ha recordado que la plurinacionalidad es su posición tradicional, pero que "no es ley". "Hasta que no haya otra ley hecha entre todos, son todo opiniones fundamentadas, pero no son ley", ha asegurado. "No podemos perdernos en batallas terminológicas; para mí lo esencial es la igualdad".
Fuentes próximas al mandatario castellano-manchego insisten a Vozpópuli en que el "error" de base es mezclar la investidura con la resolución de la crisis catalana. "No puedes hacer depender la estabilidad del gobierno de unos señores que están al otro lado de la mesa en el diálogo sobre Cataluña, porque desde ese momento eres rehén de ellos", señalan estas fuentes.
El PP ordena a sus cargos que en sus declaraciones exijan a Sánchez "luz y taquígrafos" porque la investidura está siendo "una negociación humillante para España y vergonzante para el PSOE"
Casado aprieta a Sánchez y a Cs
Una situación que el PP no está dispuesto a desaprovechar. De hecho, en el argumentario que todos los días se envía desde la sede de Génova a los altos cargos del partido, ayer se podía leer: "¿Cuántas líneas rojas está dispuesto a atravesar? Exigimos a Sánchez que ponga luz y taquígrafos a sus negociaciones con los independentistas. Hoy los españoles no sabemos qué está dispuesto a ceder. Es una negociación humillante para España y vergonzante para el PSOE".
Ese argumentario formó parte de las declaraciones que Pablo Casado hizo a mediodía de este martes, cuando señaló que ya no solo el presidente del Gobierno en funciones sino "todo el PSOE" debe dar ya explicaciones de hasta dónde está dispuesto a llegar con los independentistas para conservar La Moncloa.
A juicio del presidente del PP, lo que debe hacer Sánchez es olvidarse de ERC y buscar el voto de los diez diputados de Ciudadanos si no quiere conducir a España a una crisis de imprevisibles consecuencias. "El problema lo tiene el PSOE" si lo que quiere es "la plurinacionalidad y la nación catalana". "El PP no puede ser cómplice de ninguna negociación en la que se ponga en almoneda el orden constitucional y el sistema de la Transición", recalcó Casado.