Política

Vacaciones cerca y localizados: sólo 50 diputados tendrán que estar alerta ante el órdago secesionista

Los Plenos del Congreso y del Senado no se volverán a reunir hasta septiembre salvo que Puigdemont convoque el referéndum el uno de octubre y Rajoy quiera arropar políticamente sus decisiones  

  • Imagen del Plenario del Congreso de los Diputados

La mayoría de los 350 diputados y 266 senadores españoles ya están de vacaciones hasta el 12 de septiembre, fecha del primer pleno del próximo período de sesiones plenarias. Sólo el medio centenar de miembros de la Diputación Permanente deben estar oficialmente alerta por si se convoca en julio o agosto ese órgano de gobierno vacacional; el resto, salvo que tengan pendiente alguna convocatoria de comisión la semana próxima, volvieron ayer a sus casas con sensación de que volverán antes de lo previsto. 

Porque a nadie se le oculta que este verano 2017 es políticamente muy especial por la amenaza a la estabilidad institucional que supone la posible convocatoria de un referéndum de independencia en Cataluña. Esa era ayer la conversación recurrente en los pasillos de la Carrera de San Jerónimo.

Mariano Rajoy ha dicho que no está en sus planes la aplicación del artículo 155 de la Constitución para intervenir esa autonomía, lo cual sí requeriría la preceptiva autorización del Senado; cualquier otra iniciativa de respuesta legal no necesita visto bueno previo. Con someterla a la convalidación de las Cortes por la vía ordinaria -en el primer pleno de septiembre- bastaría.

Aún así, los diputados y senadores se han ido convencidos de que van a ser convocados en cualquier momento. Son conscientes de que el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, ha comunicado a los 12 magistrados que deben estar disponibles para reunirse en agosto, por si tienen que actuar de oficio contra la Generalitat, y concluyen que, si Puigdemont lleva a delante su desafío, lo más probable es que Rajoy quiera estar "arropado" políticamente en la respuesta; no solo judicialmente.

Albert Rivera pidió ayer un pleno extraordinario antes de que Puigdemont consume su desafío para que se visibilice la respuesta política del PP, PSOE y Ciudadanos

Se trataría de una comparecencia suya o de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, ante el Pleno del Congreso o el de la Cámara Alta, que tendrían que ser convocados con un plazo, mínimo, de 48 horas para dar tiempo a interrumpir las vacaciones.

"La verdad es que no nos han dicho nada de quedarnos en España o estar cerca de Madrid", reconocía ayer a Vozpópuli una veterana diputada del PP. Pero tanto ella como parlamentarios del PSOE y otras formaciones intuyen que algo va a pasar en agosto.

No en vano, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se pronunció a favor de que haya un pleno antes de que los independentistas de Junts pel Sí y las CUP consumen la convocatoria de una consulta ilegal. Rivera cree que sería "una buena idea" y que le gustaría ver a Podemos y al PNV "mojándose" y sobre todo que el PP, el PSOE y su grupo naranja puedan articular "una mayoría" parlamentaria que frene la secesión.

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