Un pacto para reforzarse y, de paso, erosionar a la coalición PSOE-Podemos. Esa es el objetivo que se ha marcado el Partido Popular en sus negociaciones con el Gobierno para sacar adelante el Plan Nacional de Respuesta a la guerra de Ucrania propuesto por Moncloa a la oposición. De momento, el PP solo tiene el nombre que ha puesto el Ejecutivo a esa iniciativa y el anuncio de un decreto el 29 de marzo para bajar los precios de la gasolina, la luz, y el gas, pero ninguna medida concreta. Aún así, y a pesar de la infructuosa reunión mantenida ayer, los populares mantendrán abierta la interlocución con Sánchez.
Así lo reconocen a Vozpópuli cargos populares muy próximos a la coordinadora general del partido, Cuca Gamarra, encargada de liderar las conversaciones con el Gobierno. A día de hoy, no hay previsto ningún encuentro más entre el Ejecutivo y el PP, pero los populares se preparan para dos semanas de negociaciones en las que, consideran, tienen mucho más de ganar que de perder.
Así, las fuentes consultadas afirman que la reducción de los precios de los suministros básicos ya puede venderse como un éxito por parte de los populares, que llevan semanas reclamando esa reacción del Gobierno. Además, si el PSOE acepta una reducción de impuestos, tal y como reclama el PP, el acuerdo provocaría un nuevo choque dentro de la coalición, ya que la parte morada del Ejecutivo está poniendo muchos 'peros' a esta medida.
Recorte del gasto y ayudas directas
Más allá de la reducción o no de impuestos, el PP insistirá en una revisión de los Presupuestos Generales del Estado para hacer un recorte del gasto para emplear ese "remanente" en la reducción de los precios de la luz, del gas, y de la gasolina. La coordinadora general del partido, Cuca Gamarra, aseguró que existe "un margen de 60.000 millones de euros" en las cuentas públicas para ello.
De aplicarse este recorte, el PP considera que no serían necesarias algunas de las medidas que exige Podemos al PSOE para financiar la reducción de los precios, como la tasa a las eléctricas o la subida de impuestos a las rentas más altas.
Si Sánchez acepta esa revisión de los Presupuestos, o descarta las propuestas de los morados, "nosotros ya habremos ganado", porque "se trata de proteger a los ciudadanos, pero también a los empresarios, los autónomos y las pymes".
En cuanto a las ayudas directas que Podemos también está exigiendo al PSOE, desde el Partido Popular se muestran dispuestos a respaldarlas, aunque advierten que "no deberían ser excluyentes, sino complementarias", a otro tipo de medidas, como la reducción de impuestos.
Las tensiones entre Díaz y Podemos
La negociación del PP con el Gobierno, además, no solo está ahondando en las diferencias entre los socios de coalición, sino también en las tensiones existentes entre la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y Unidas Podemos.
Desde el Partido Popular son conscientes de que la gallega afronta un momento complejo, después de haber respaldado a Pedro Sánchez en el envío de armas a Ucrania, y teniendo que hacer "equilibrios" para no volver a "enfadar" a sus compañeros de Podemos. Por ese motivo, y a diferencia de lo que ocurría con Pablo Iglesias, sí aceptan a la vicepresidenta segunda en las negociaciones con Moncloa.
Cabe recordar, en ese sentido, que el PP siempre se negó a sentarse con Iglesias para negociar la renovación del Defensor del Pueblo, el Tribunal de Cuentas o el Tribunal Constitucional. No obstante, los populares sí se sentaron ayer con Yolanda Díaz para conversar sobre las medidas económicas a aprobar frente a la crisis de Ucrania.
Según los cargos populares consultados, Díaz, al igual que Nadia Calviño y Teresa Ribera, "solo habló de su ámbito de actuación", sin abordar ninguna medida de materia fiscal o la tasa a las eléctricas, pese a haber defendido esa iniciativa en la sesión de control en el Congreso.
A la espera de una propuesta
La pelota, por tanto, está en el tejado de Sánchez y Díaz, que deberán llegar a un acuerdo entre ellos. El PP, mientras, seguirá presionando al Gobierno para hacer valer sus propuestas.
El Partido Popular, por tanto, está a la expectativa, esperando nuevos movimientos de Moncloa. En todo caso, las fuentes consultadas avisan que "no habrá un cheque en blanco" y que exigirán "no enterarse por la prensa" del contenido del real decreto del 29 de marzo.
Si se cumplen estas dos condiciones, "y el conjunto del texto recoge las medidas más urgentes", es "posible" un acuerdo que desde el PP alimentan para lograr su particular win-win: iniciar una nueva etapa con un gran pacto de Estado y, de paso minimizar el peso de Podemos en el Gobierno.