El vicesecretario de Sectorial del PP, Javier Maroto, ha asegurado este jueves que Podemos tiene "la piel muy final y sensible" tras sus criticas al portavoz del Grupo Popular, Rafael Hernando, cuando el propio Pablo Iglesias utilizó la tribuna del Congreso para "ofrecer" su despacho a Andrea Levy (PP) y Miguel Vila (Podemos) por si querían conocerse.
Durante el debate de la moción de censura a Mariano Rajoy celebrado en el Congreso, Hernando aludió a la relación entre Pablo Iglesias y su portavoz parlamentaria, Irene Montero, algo que provocó protestas e indignación en el partido morado, que le acusó de machista. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, afirmó que "el machismo casposo de Rafa Hernando es proporcional al nivel de podredumbre" del PP.
Maroto ha señalado -en una entrevista en Telecinco, que ha recogido Europa Press- que Podemos tiene "la piel muy fina y sensible", ya que, según ha dicho, son "el partido de los exabruptos contra todo el mundo, especialmente contra miembros del PP".
"Yo recuerdo precisamente a Pablo Iglesias en la tribuna dirigirse a mi compañera Andrea Levy para ofrecerle su despacho para que, palabras textuales 'se pudiese desahogar con el diputado de Podemos'. Esas cosas las han dicho en la tribuna y, cuando a ellos se les roza con una pluma, les sale urticaria", ha enfatizado.
Maroto ha recalcado que el propio Rafael Hernando puntualizó que no se refería a la relación personal de Pablo Iglesias e Irene Montero sino a la política y, además, pidió disculpas por si su comentario había ofendido a alguien. "Ojalá escuchásemos esto alguna vez desde la
bancada de Podemos", ha afirmado.
Tras el beso de Iglesias y Domènech
En marzo del año pasado, poco después del beso que protagonizó Iglesias en el hemiciclo con el diputado de En Comú Podem Xavier Domènech, el líder de Podemos aludió a unas declaraciones de Levy en el programa 'El Intermedio' asegurando que el diputado Miguel Vila era "el más guapo" de la Cámara.
En un discurso desde la tribuna del Congreso, Iglesias aseguró que la política española se estaba "calentando" porque había visto que una diputada del PP bebía "los vientos" por Vila. "No está entre mis funciones como presidente del grupo controlar la virtud de mis diputados sino garantizar su felicidad, así que si quieren ustedes conocerse, pongo a su disposición mi despacho", afirmó entonces.