La preocupación por la inmigración se ha triplicado en un mes, al pasar del 3,5 de junio al 11,1 del último barómetro del CIS, en coincidencia con la llegada de inmigrantes a las playas, entre ellos, el Aquarius, aunque el paro y la corrupción siguen encabezando la lista de las principales problemas de los españoles.
La encuesta, realizada entre el 1 y el 10 de julio, muestra que baja ligeramente la preocupación por los políticos y por los problemas de índole económica.
El 64,3 por ciento de los encuestados se declara preocupado en primer lugar por el paro, lo que supone casi dos puntos más que el mes anterior, mientras que desciende ligeramente (hasta el 38,5 por ciento, un punto menos) el número de quienes se declaran preocupados por la corrupción y el fraude.
El trabajo de campo refleja un aumento de los españoles que consideran que la situación económica es "mala o muy mala" (del 49,7 al 51,3 por ciento), y una ligera disminución de los que creen que la situación política es "mala o muy mala" (de 66,9 al 64,6 por ciento).
Otra preocupaciones, en caída
Para el 22,2 de los encuestados, la tercera preocupación la constituyen los políticos y los partidos, y baja en dos puntos respecto a junio, que era del 24,5.
Los problemas de índole económica ocupan la cuarta posición, con un 19,2, por lo que también baja (en junio era del 21,9), como lo hace también la sanidad, que es mencionada por el 10,9, frente al 11,9 de junio.
La independencia de Cataluña también preocupa en menor medida a los encuestados, al pasar del 7,1 en junio al 6.3 de ahora.