El presidente suplente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte, ha planteado este sábado recortar las competencias de ese órgano para que no pueda realizar nombramientos discrecionales de altos cargos judiciales, una reforma que, a su juicio, facilitaría su renovación.
En vísperas de que el CGPJ cumpla cinco años en funciones y duplique su mandato legal, Guilarte formula su propuesta en una columna firmada en El País, convencido de que los partidos perderían interés en el órgano de gobierno de los jueces si no puede realizar esos nombramientos.
"La apetencia de unos y otros por la designación de 'sus' vocales se diluiría", afirma.
Según su propuesta, serían los jueces quienes directamente, sin mediar la intervención del CGPJ, elegirían a sus presidentes en las audiencias provinciales, los tribunales superiores de justicia y las salas, "que quedarían sustraídas a la aleatoriedad de su designación por el CGPJ".
Para los magistrados del Supremo, plantea un proceso objetivado, en el que se conozcan los méritos que se exigen y que cuente con un tribunal presidido por un vocal del CGPJ e integrado por magistrados de la sala del Supremo en liza y juristas de distintos ámbitos, con una designación aleatoria y rotatoria "para evitar cualquier atisbo de contaminación".
A su juicio, la designación de los magistrados del Supremo no puede quedar como ahora "al albur de los veinte vocales del CGPJ", algunos de ellos sin cualificación por ser ajenos a la disciplina de los candidatos: "Lo digo siempre: en mi Facultad nunca me dejarían impartir una clase de Derecho Penal, a pesar de lo cual he intervenido en la designación de numerosos miembros de la Sala Segunda del Tribunal Supremo".
Guilarte, la tercera persona que ejerce la presidencia del Consejo en este largo periodo en funciones, ya formuló una propuesta similar hace dos años.
A su juicio, recortando esa competencia al CGPJ, PSOE y PP podrían retomar en el Parlamento la renovación del órgano y el nuevo Consejo podría tener "un discurrir apacible sin verse eternamente acosado por el debate político".
Sin cambios, habría un Consejo "con caras nuevas, pero, en función de su designación militante, con los mismos problemas que se han manifestado en anteriores".
En 2021 y con el objetivo de presionar al PP para negociar la renovación, PSOE y Unidas Podemos impulsaron una reforma legal que impide al CGPJ hacer nombramientos discrecionales estando en funciones, lo que ha generado 85 vacantes en la cúpula judicial, 23 de ellas en el Supremo.