Los compañeros del primer asesinado por ETA, el guardia civil José Antonio Pardines Arcay, celebraron dos días de homenajes a su figura en su Galicia natal. Desde su pueblo Malpica de Bergantiños, en la Costa da Morte, salió hace más de medio siglo para seguir los pasos de su padre, también miembro del Cuerpo. Fue asesinado por dos terroristas un 7 de junio de 1968 en Villabona (Guipúzcoa) durante un control de carretera.
El sábado pasado los proetarras rindieron en Tolosa (Guipúzcoa) un polémico tributo a uno de esos dos pistoleros, Txabi Etxebarrieta. El acto ya ha sido denunciado por las víctimas y la Delegación de Gobierno. “Que no tenga más repercusión mediática el homenaje al asesino que a su víctima“, pedían algunos guardias reuniros estos días en Galicia convocados por la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC).
No es la primera vez que Pardines está presente en el recuerdo del Cuerpo. La última desarticulación de una cúpula de ETA, en septiembre de 2015, llevó el nombre de la operación Pardines. Según confiesan los responsables de aquel operativo, aquel gesto encerraba un mensaje doble: cerrar el ciclo de 50 años de terror y dejarles claro a los asesinos que la Guardia Civil no olvida.
Casi olvidado en su pueblo
Aunque recordado por la Guardia Civil, Pardines no estaba muy presente en la memoria colectiva de los vecinos de Malpica de Bergantiños. Al menos hasta que el final de ETA ha devuelto su figura en forma de reportajes en la prensa. Eso a pesar de que una placa en una de sus calles lleva su nombre junto a la fecha de su nacimiento (1943) y de su muerte “en servicio” a los 25 años de edad.
En 2015 Europa Press habló con su hermano Manolo en las fechas en las que se realizó la operación contra la última cúpula de ETA. Su mensaje era de amargura: "el orgullo ahora ya... el orgullo era tenerlo aquí y el orgullo es que no vuelva a haber más". "Eso es algo íntimo. Antes no se recordaba a nadie. Tienen que respetar la postura mía y es no hablar, seguir con eso en mi interior, somos personas mayores, eso es cosa nuestra, queremos no exteriorizar este asunto", zanjó.
Principio y fin de ETA
Ahora, 50 años después del asesinato, ese hermano de la primera víctima de los terroristas -que llegó a ser alcalde del pueblo- estuvo presente en los homenajes brindados por los compañeros de Pardines, que este martes inauguraron un monolito en la localidad de menos de 6.000 habitantes. Antes de eso, se acercaron a su tumba para hacer una ofrenda floral tras una misa en su honor.
El lunes había arrancado este ciclo de homenajes con una conferencia en A Coruña moderada por el juez José Antonio Vázquez Taín y que contó con la participación del coronel Manuel Sánchez Corbí y los periodistas Florencio Domínguez y Gonzalo Araluce. El título del coloquio fue “Pardines, principio y fin de ETA”.