Baleares vive con un ojo puesto en Canarias y otro en el Ministerio de Medio Ambiente. Mientras Repsol ha iniciado ya las prospecciones exploratorias frente a las costas de Lanzarote y Fuerteventura, en el litoral Mediterráneo cuentan los días para conocer si su suelo marino correrá la misma suerte. El Ministerio que ahora dirige Isabel García Tejerina debe pronunciarse antes del 10 de diciembre sobre los riesgos medioambientales del proyecto y emitir la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), que en caso de ser positiva, dará vía libre a la multinacional escocesa Cairn Energy para iniciar la búsqueda de hidrocarburos en el golfo de Valencia a través de su filial española Capricorn Spain. Las islas Baleares, con el Gobierno autonómico a la cabeza, han mostrado su rechazo a la iniciativa desde el primer momento: casi 300.000 firmas piden no realizar sondeos acústicos en el Mediterráneo.
A las más de 128.000 alegaciones de ciudadanos legalmente registradas en el procedimiento administrativo del proyecto -de las cuales 117.000 proceden de Baleares, 5.000 de Valencia, 4.000 de Alicante y 2.000 de Castellón- se suman las 150.000 firmas que se han registrado en el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), según los datos que maneja la Alianza Mar Blava, movimiento que integra ayuntamientos ibicencos, los consells de Ibiza y Formentera, empresas, sindicatos y grupos ecologistas, entre otros. A todo ello hay que añadir las decenas de quejas presentadas por Administraciones, instituciones, ONGs, entidades del sector privado, del turismo, cofradías de pescadores o asociaciones conservacionistas, todas ellas contrarias al plan que puede poner en riesgo el equilibrio natural de la zona.
El clamor político y social en las islas y los estudios científicos sobre el impacto medioambiental de estas actividades pueden no ser suficiente para el Gobierno, que ya aprobó las prospecciones en Canarias
El abrumador rechazo político y social a las prospecciones sísmicas en este área de gran valor ecológico y los estudios científicos en torno al impacto medioambiental de este tipo de actividades pueden no ser suficiente para el Gobierno, que ya dio luz verde a la realización de prospecciones en aguas del archipiélago canario, decisión avalada después por el Tribunal Supremo. Aunque el precedente canario no invita al optimismo, sectores sociales, económicos, científicos y políticos de las islas confían en que la inminente Declaración de Impacto Ambiental sea contraria, al igual que otros proyectos previstos en Baleares y el Mediterráneo, como son el de Spectrum Geo Limited en aguas al Este del archipiélago y el de Seabird Exploration en el golfo de León.
Guerra entre el PP balear y el Gobierno
El presidente de las Islas Baleares, José Ramón Bauzá, (PP) lidera el movimiento político anti-prospecciones, enfrentándose así a la idea del Gobierno y al empeño del ministro de Industria, José Manuel Soria, de buscar hidrocarburos en aguas españolas con la justificación de paliar la dependencia energética del país. Bauzá habla, pero también actúa. Sin ir más lejos el presidente del Govern participó este viernes en un acto simbólico organizado por Nuevas Generaciones Baleares para protestar contra el plan de la petrolera Capricorn Spain. Tampoco faltaron otros dirigentes volcados con la causa como el presidente del consell de Ibiza (PP), Vicent Serra, y el secretario general del PP balear, Miquel Vidal.
Los jóvenes del PP balear dicen "no a la puesta en riesgo de nuestros ecosistemas. No a la amenaza del turismo. No a la degradación de nuestra imagen internacional"
En lo que afecta a esta cuestión, representantes del PP y asociaciones de todo tipo reman en una misma dirección. Mientras los jóvenes de Baleares decían en su manifiesto "no a la puesta en riesgo de nuestros ecosistemas. No a la amenaza del turismo. No a la degradación de nuestra imagen internacional. No a la imposición de intereses de pocos contra el interés general. No a las prospecciones petrolíferas en nuestras aguas"; el colectivo Eivissa Antipetrolífera desplegaba una enorme pancarta pidiendo la dimisión de Soria, tal y como informa Noudiari.
Críticas a nivel internacional
El rechazo a la búsqueda de petróleo en el subsuelo marino frente a la costa oeste de Ibiza y Formentera, cuyas aguas fueron declaradas patrimonio de la humanidad y albergan la preciada Posidonia Oceánica, ha traspasado nuestras fronteras y también se ha hecho notar en el extranjero. La más prestigiosa organización medioambiental de EEUU, Natural Resources Defense Council, se ha unido recientemente a Alianza Mar Blava y ha reconocido el valor medioambiental de las aguas del Mediterráneo mostrando su apoyo a la sociedad balear en su lucha contra las prospecciones. Otras organizaciones internacionales han recogido más de 200.000 firmas contra el proyecto y las federaciones de turismo de Austria y Suiza -que representan a más de 1.200 agencias de viajes y operadores- critican los planes de búsqueda de yacimientos de gas y petróleo en aguas baleares al considerar que los riesgos son demasiado elevados y el proyecto es incompatible con la reputación y los intereses a largo plazo de estos valiosos enclaves turísticos.