La inminente vuelta de Juan Carlos I a España para pasar el fin de semana del 22 y 23 de abril, que se celebra la Copa de España de regatas de clase 6mR, es un marrón para el PSOE y para el Gobierno. Los socialistas, que "en general" tienen una relación cordial con la Casa Real, no quieren líos. Y, por eso, evitan pedir explicaciones al monarca y circunscriben su viaje a una "decisión privada" sobre la que no tienen nada que comentar en público. Y eso que hace un año, tras la última visita del Rey emérito, tanto Ferraz como el Gobierno reprocharon al anterior jefe del Estado que perdió "una oportunidad de pedir perdón" a los españoles.
El PSOE no está dispuesto a echar gasolina para quemar al Rey. "No nos interesa el ruido", conceden fuentes gubernamentales socialistas ante la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas del 28-M. Ya hace un año se usaron las fotos del emérito en Galicia como arma política y este año, previsiblemente, se usarán aún más. La guerra por los votos es despiadada y cualquier recurso es bueno.
El anhelo de Ferraz y del núcleo duro de Moncloa es que Juan Carlos I se comporte de manera correcta durante su estancia temporal en España y no suelte ningún comentario que se cuele en la agenda y monopolice la conversación pública, porque la Monarquía no deja de ser un punto de fricción con sus socios de Unidas Podemos. Los morados, precisamente, salieron este martes con fuerza contra la Casa Real: "Que tengamos un jefe del Estado emérito que no ha dado cuenta en sede judicial de sus fechorías y que se permita volver a España es una indecencia democrática", zanjó el coportavoz de Podemos, Javier Sánchez, desde la sala de prensa del Congreso.
No nos interesa el ruidoFuentes gubernamentales socialistas
Así las cosas, en Ferraz han decidido calmar las aguas y no contribuir al hostigamiento de la figura de Juan Carlos I, que no quieren que embarre la campaña electoral. Es más, tanto Zarzuela como Moncloa esperaban que la visita del Rey Juan Carlos fuera tras los comicios. La infanta Elena, hermana de Felipe VI, medió con su padre para que el emérito se planteara cambiar la fecha, pero no lo consiguió. Juan Carlos I no va a trastocar sus planes por unas elecciones.
Lo cierto es que el Rey Juan Carlos provoca fuertes tensiones en el PSOE. Algunos de sus barones, como el aragonés Javier Lambán, siempre han criticado todo movimiento de Moncloa que perturbe al padre de Felipe VI. También el castellanomanchego Emiliano García-Page insiste cada vez que puede en que él sí se toma "muy a pecho" la defensa de la Corona en su condición de representante del jefe del Estado en la región. Tanto el presidente de Aragón como su colega de Castilla-La Mancha, integrantes del 'viejo PSOE' creen que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido poco contundente en defensa de la Casa Real por no provocar tensiones con su socio en el Consejo de Ministros.
El ex presidente Felipe González es el máximo exponente de esa corriente socialista en defensa de la Monarquía parlamentaria y del pacto constitucional. Ya en su momento el expresidente socialista salió en defensa de la "presunción de inocencia" de Juan Carlos I y reclamo que se respete el "legado histórico" de Juan Carlos I. Precisamente los historiadores no se ponen de acuerdo a la hora de valorar cómo pasará a la Historia el sucesor de Franco en la jefatura del Estado. Hay quienes creen que se recordarán sus logros en el manejo de la Transición y quienes creen que su final enturbiará su reinado por los siglos de los siglos.
La obsesión republicana de Podemos
Mientras, Podemos quiere meter en la cabeza de los españoles de izquierda que la única alternativa a un Gobierno de PP y Vox es una República plurinacional y social. Los morados están empeñados en atacar a la monarquía, porque saben que sólo apelando a una “identidad republicana” pueden conformar una mayoría con EH Bildu y ERC que impida a Alberto Núñez Feijóo (PP) y a Santiago Abascal (Vox) sentarse juntos en La Moncloa.
Los morados tratan, por todos los medios, de amplificar los apuros de la corona. El exlíder de Podemos ha llamado abiertamente a la izquierda española e independentista a ir de la mano para acelerar el fin del reinado de Felipe VI. El exvicepresidente segundo considera que dado que Ciudadanos ya no es una opción política viable que pueda ser muleta del PP o del PSOE, la mayoría que sostiene al Gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso, con EH Bildu y ERC, tiene que dar un paso adelante y hacer partícipe a los independentistas de la gobernabilidad del Estado.
Podemos cree que lo que une a la derecha en términos ideológicos es el grito de “¡viva el rey!”. Y que lo que tendrían que hacer las fuerzas políticas de la coalición de Gobierno y de la mayoría parlamentaria que lo sustenta es crear una “identidad republicana”, porque es la que puede unificar a los morados y a las fuerzas independentistas para crear ese “proyecto de país” alternativo. El objetivo, además, es atraer a los secesionistas al timón del Estado para que se olviden de las aventuras secesionistas. Y al PSOE, aunque eso levante ampollas en amplios sectores de Ferraz.
Pelosi
…Ah, y que vuelva el insensato del Emérito, que es una enorme fuente de votos para ellos, ahora les parece bien.
Pelosi
TODO ES MENTIRA en la campaña del Felón y su Banda: las diferencias entre unos y otros están acordadas de manera que se ocupe el máximo espacio posible del espectro político. Después de las elecciones volverán a pactar entre ellos y con los fascistas catalanes y los terroristas, y será el fin de España. Mientras el bobo del PP, al lado de quien Marianico es Einstein, hace política de salón…Contra el estalinismo que usa la mentira y la intriga como armas políticas, hay que ir a la trinchera, pasmao.
Wesly
Perdón, es la revista Forbes, no la revista Fortune.