ERC libra en el Congreso una batalla para atacar lo que considera "cloacas del Estado", pero no siempre Unidas Podemos acompaña a sus socios de la mayoría de investidura en este propósito. Los nacionalistas catalanes anunciaron hace aproximadamente un mes la propuesta de creación de una comisión de investigación contra las filtraciones de las conversaciones privadas que habría mantenido Gabriel Rufián en el marco de la operación Voloh. Pero, según ha podido saber Vozpópuli, los morados se abstuvieron de apoyar la creación de dicha comisión.
La iniciativa, apoyada por JxCat, CUP, EH-Bildu y BNG, obtuvo el voto en contra de PSOE, PP, Cs y Vox, que ha sido suficiente para que la Junta de Portavoces tumbara la creación de dicha comisión poco tiempo después de que la Mesa del Congreso la aceptara a trámite.
Unidas Podemos siempre ha mantenido un papel ambivalente sobre estas "filtraciones" que llevaron al portavoz de ERC en el Congreso a presentar una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Barcelona con el fin de que los medios de comunicación no dieran mayor difusión. En un primer momento, los comuns, ala catalana de Podemos, rubricaba junto al resto de grupos parlamentarios la iniciativa, pero la retiraron antes de presentarla ante la Mesa, según informó El Confidencial.
En aquel momento, sostuvieron que "seguían apoyando la creación de la comisión" y justificaban su cambio de parecer con que era mejor que los "grupos en la oposición" la redactaran libremente y de la manera que consideraran más conveniente. Sin embargo, y según ha podido saber este medio, se habrían abstenido de apoyarla.
La votación en la Junta de Portavoces se produjo el pasado 30 de noviembre. "Ahí Podemos se abstuvo", explican fuentes parlamentarias. Se trataba del quinto punto del orden del día para llevarlo al pleno, pero no salió adelante. Desde Podemos explican a este medio que había dos propuestas distintas y que votaron favorablemente en una de ellas. Pero lo cierto es que ninguna de las dos llegará al pleno.
"Fue una decisión política"
En el caso de esta propuesta en cuestión pasó el aval de la Mesa del Congreso, pero fue la Junta de Portavoces quien optó por que no se constituyera dicha comisión de investigación al no llevarla al pleno parlamentario. En otras iniciativas es la Mesa quien rechaza la admisión a trámite si ven que hay alguna irregularidad en la forma o los letrados consideran que atañe a asuntos jurídicos o inconstitucionales que no pueden ser debatidos. "Fue una decisión política", zanjan las fuentes consultadas.
En el acta secreta de la votación Podemos justificó su abstención bajo el argumento de que "sin prejuicio de la gravedad de los hechos, el asunto es competencia del Ministerio del Interior a quien le corresponde realizar las averiguaciones oportunas".
En la solicitud de ERC se instaba a que el Congreso indagara "la posible existencia de cualquier trama parapolicial al margen de la legislación y el control democrático en el seno de instituciones del Estado, así como las vinculaciones de la misma con posibles entramados privados, lobbies de presión y medios de comunicación".
Otro de los objetivos de la comisión debía ser, según sus proponentes, "esclarecer el conocimiento de las posibles tramas irregulares por parte de algunos sectores y estamentos públicos", poder analizar las actuaciones del Ministerio del Interior en relación con las presuntas irregularidades que vinculan a los cuerpos y mandos policiales" con estas filtraciones y proponer medidas para la prevención y el control "a fin y efecto de imposibilitar la creación futura de tramas de espionaje irregulares o de cualquier estructura policial paralela al margen de la legislación vigente".
Partido de gobierno
La decisión de Unidas Podemos de abstenerse obedece a sus responsabilidades como partido de gobierno. Asimismo, en un contexto de precampaña electoral en Cataluña, a los comuns tampoco les convendría que ERC y Rufián ganarán protagonismo y pudieran explotar el victimismo de lo que consideran una "persecución a la disidencia política".
El pasado junio, los morados ya declinaron secundar una comisión de investigación -apoyada por ERC, PNV, Bildu, JxCat, CUP y BNG- para "esclarecer las responsabilidades y vínculos con el GAL de los gobiernos presididos por Felipe González". El portavoz del grupo confederal, Pablo Echenique, justificó su falta de apoyo con la necesidad de centrarse en la pandemia. "No vamos a dejar que nada nos distraiga de poner en marcha el escudo social y relanzando la economía social, y mucho más con cosas que son perfectamente conocidas", afirmaba en una entrevista en TVE.
Este viernes, no obstante, han decidido impulsar en el Congreso otra solicitud para crear una comisión de investigación sobre Juan Carlos I, en este caso centrada en el uso de las tarjetas opacas del rey emérito, que se han visto confirmadas tras haber abonado 678.393,72 euros para regularizar su situación fiscal.
Se trataría, explican las fuentes consultadas, de cuestionar algunos de los pilares del Estado, como la jefatura del Estado, pero sin poner en un compromiso demasiado explícito al PSOE. No es un equilibrio fácil, y a veces, a la práctica, significa romper con ERC y sus socios de izquierdas.