El PSOE y Pedro Sánchez quieren conmemorar por todo alto el 40 aniversario del histórico triunfo de Felipe González en 1982, cuando, en las elecciones generales del 28 de octubre de ese año, el partido logró una mayoría absoluta de 202 diputados, en gran parte debida a la desaparición de la gobernante Unión de Centro Democrático (UCD) hasta aquellos comicios.
La Dirección federal prepara una semana de celebración, que incluirá una exposición sobre los sucesivos gobiernos socialistas -“no solo de aquel primero de González y Guerra”, matizan las fuentes consultadas-, conferencias y, a modo de colofón, un gran acto político protagonizado por un González acompañado de sus sucesores, José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez, según explican a Vozpópuli fuentes del partido.
A falta de cuadrar las agendas de los tres, ese calendario de actividades está aún ”por cerrar”, pero la intención en la sede de Ferraz es dar ”máxima relevancia” a la efeméride; dentro de una estrategia claramente dirigida a remontar unos sondeos muy adversos para Sánchez y favorables al PP de Alberto Núñez Feijóo -todos menos el último barómetro del CIS- que ponen en riesgo el poder en las nueve autonomías y decenas de capitales de provincia y alcaldías que gobierna el PSOE.
Tras la dura derrota del PSOE en Andalucía y los cambios en el organigrama este verano, Sánchez quiere usar el 40 aniversario de la victoria de González para remontar el vuelo de unas encuestas y un clima de opinión muy desfavorable
Y es que, tras lograr el popular Juan Manuel Moreno Bonilla una inesperada mayoría absoluta el 19 de junio en Andalucía, tradicional feudo socialista, saltaron todas las alarmas en el partido de la rosa. La preocupación ha calado hondo desde entonces entre los miles de cargos autonómicos y municipales que el 28 de mayo de 2023 se juegan su reelección.
Un temor que, en gran medida, viene motivado porque la rotunda victoria de Moreno vino a echar por tierra la revolución en el Gobierno que había llevado a cabo Pedro Sánchez justo un año antes, sacando del mismo nada menos que Carmen Calvo, José Luis Ábalos y hasta su asesor áulico, Iván Redondo, después del también triunfo arrollador de Isabel Díaz Ayuso en Madrid.
Este triunfo de Ayuso provocó caras largas y preocupación, sí, pero tenían dos años para dar la vuelta a la situación; y, sobre todo, había consenso interno de que con Pablo Casado al frente del PP los populares tenían escasas opciones de derrotarles en unas generales. De hecho, a los cambios en el gobierno después de la derrota en Madrid siguió un intento de giro al centro -o a la socialdemocracia- protagonizado por un Sánchez al que incomodaban los excesos de su socio Podemos. Lo substanció en el Congreso federal que el PSOE celebró en Valencia en octubre de 2021 y el objetivo indisimulado era disputarle el centro político a un Casado al que veían cada día más escorado hacia Vox por puro tacticismo.
Sánchez dio un protagonismo y un discurso muy relevantes a Felipe González en aquel cónclave, pero el expresidente, perro viejo que ya se le había enfrentado junto a Susana Díaz y la práctica totalidad de los barones en aquel traumático Comité Federal que le desalojó de la Secretaría General, el uno de octubre de 2016, no aceptó sin más una reconciliación impuesta: "Mi lealtad es con el proyecto político que encabecé durante 23 años, y durante 13 años y medio como presidente del Gobierno y que ahora encabezas tú, Pedro Sánchez. ¡Adelante!", fueron las medidas palabras palabras de González al plenario.
La victoria de Feijóo es ”evitable”
Un año después, en vista de que aquello tampoco le funcionó y con Feijóo sobrepasándole en los sondeos, el inquilino de La Moncloa no ha movido ficha en el gabinete -lo hará en los próximos meses para sacar a algún ministro como cartel electoral-, pero esta vez sí lo ha hecho cambiando el organigrama del partido y del grupo parlamentario: sustitución de Adriana Lastra por María Jesús Montero en la Vicesecretaría general; de Felipe Sicilia por Pilar Alegría como portavoz en Ferraz; y de Héctor Gómez por Patxi López en la Portavocía del Grupo Socialista del Congreso-; todo ello acompañado de la campaña El partido de la gente.
En ese marco, Sánchez quiere este 28-O arroparse de la legitimidad histórica de aquel primer triunfo de González en 1982 -aunque la semana incluirá también los logros de los posteriores gobiernos de Zapatero, con quien González mantiene una tensa relación- para cerrar el año dando sensación a los suyos de que hay partido y de que la victoria de Feijóo “es evitable”, señala un alto cargo socialista consultado por Vozpópuli.
Pelosi
González es el político más corrupto que nunca conocieron las democracias occidentales además de controlar el Poder Judicial y los medios de comunicación con su coleguilla Polanco. Del GAL mejor no hablar porque en este caso el fin (acabar con la piara etarra) justifica los medios... Ahora pontifica sobre política de Estado y vive de las rentas de sus enormes latrocinios.
mroda
¿Recordarán cómo destrozó la industria española? ¿Como cerro las acerias de Bilbao y Sagunto? ¿Recordarán al GAL y a Filesa, Malesa y Time-Export? ¿A sus propias puertas giratorias? ¿Al narco Pablo Escobar? No hace fallta seguir.