Hay un pueblo en nuestro país que para acceder a sus pasajes tienes que entrar por una cueva. Un hecho anómalo que todos los turistas que acuden a dicha zona se quedan perplejos ante la inmensidad de la obra que parece sacada de una película. Y es que pocos lugares en el mundo pueden presumir de tener una entrada de tal dimensión. Es como entrar en un cuento de Narnia. Así es este pueblo de nuestro país que presenta una serie de características que pocas veces se ven y que, además de la historia y sus calles, es parte fundamental de su atractivo.
Varias zonas montañosas, por motivos logísticos, presentan túneles para poder pasar sus picos sin necesidad de dar una vuelta eviterna; sin embargo, en el caso del pueblo Cuevas del Agua la naturaleza forma parte de la obra arquitéctonica. Esta civilización se encuentra en la zona de Ribadesella (Asturias). Un pueblo de lo más peculiar ya que solo se puede acceder a través de La Cuevona, una gruta que tiene una longitud de unos 300 metros asfaltada y iluminada. La única diferencia es que en vez de estar formado por hormigón, sus paredes son piedras erosionadas por el paso de los años.
Cuevas del Agua, un pueblo con aura especial
Tras conducir unos 300 metros en donde las vistas evocan a épocas pasadas, la luz al final del túnel desboca en un pequeño pueblo con mucho encanto y personalidad. Así es Cuevas del Agua, una localidad situada en la parroquia asturiana de Junco y que, para muchos, es considerado uno de los pueblos más bonitos de Asturias. Y no es para menos, su condición tan particular a la hora de acceder con sus estalactitas y formaciones calcáreas hace que la experiencia sea inolvidable. Lo mejor de todo, es que el propio pueblo no se queda atrás, gracias a su estampa y la magia que esconde sus calles y casas.
¿Qué hay que ver en Cuevas del Agua? Evindetemente, solamente con pasar por la cueva es como sumergirse en un museo natural. Dejando atrás su icónica entrada, su otra atracción turística son sus rutas para hacer senderismo. Al estar en Asturias, la cuna de la naturaleza, era obvio que perderte entre tanto verde iba a ser una de las actividades que hay realizar. La recomendación de los locales es hacer la ruta de los molinos. Su nombre se debe a que a través de su camino se pueden devisar infinidad de molinos, que recuerdan a los grandes hitos de El Quijote.
Una escapada perfecta para hacer un fin de semana a un precio muy asequible. El único inconveniente de Cuevas del Agua es que, al ser una localidad tan pequeña, en apenas una mañana podrás ver todos sus pasajes. Un problema que tiene una fácil solución. En menos de 15 minutos en coche te podrás plantar en Ribadesella, el pueblo por excelencia del Principado. Sobran las palabras para definir a este pueblo costero que tiene todo lo que se pide a un pueblo: tradición, unas vistas espectaculares y lugares emblemáticos que debes visitar al menos una vez en la vida.