El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, subraya en una entrevista publicada este lunes por el diario francés Le Figaro que el Govern no renunciará al referéndum incluso en el caso de que el Tribunal Constitucional lo anule.
"Nuestro compromiso con la población y con el Parlamento catalán es claro: debemos resolver nuestras reivindicaciones en las urnas. Ninguna suspensión, ninguna amenaza, podrá impedir que los catalanes decidan su futuro de forma democrática", destacó.
Puigdemont apuntó que "hará como si nada" si la ley sobre esa consulta prevista para el próximo 1 de octubre es anulada: "Y si el Tribunal Constitucional me suspende de mis funciones (...) no aceptaré esa decisión. Solo el Parlamento catalán puede suspenderme", añadió.
"Una inmensa mayoría de la población catalana quiere votar. Al suspenderme o echarme de mi despacho, Madrid no anulará esa voluntad. No existe un poder lo suficientemente fuerte como para cerrar el gran colegio electoral que será Cataluña el 1 de octubre", dijo.
Puigdemont garantizó que el Govern y los alcaldes mostrarán en esa eventual consulta "una neutralidad escrupulosa, sometida al control de observadores internacionales", y avanzó que el Ejecutivo catalán "no hará campaña en favor de la independencia".
"En los municipios que rechacen participar, abriremos colegios electorales en locales alternativos", añadió el president, que subrayó que "los expertos han establecido que el derecho a la autodeterminación, que ha sido usado en los territorios colonizados, pertenece hoy a los pueblos, y Cataluña, muy claramente, es un pueblo".
Puigdemont confió en movilizar a mucha gente, pero admitió que, "evidentemente, una participación ridícula equivaldría a perder el referéndum".
De ganar el sí, añadió, "48 horas tras la proclamación de los resultados, lo que podría tardar una semana o unos diez días, explicaremos que Cataluña se transforma en un Estado independiente y que abrimos un periodo de transición hacia una independencia plena".
"Esa transición concluirá con la convocatoria de elecciones constituyentes, la redacción de una Constitución y su ratificación por referéndum. Cataluña comenzará a actuar como un Estado independiente, pero no lo será de derecho hasta que esa transición culmine", subrayó.